Abecor: “Busco cuestionar a la gente”
Abel Bellido Córdova, cuyo conocido nombre artístico es Abecor, atraviesa una de las etapas consagratorias de su vida. Sus caricaturas han cobrado una destacada fama especialmente notoria en las redes sociales. En días recientes lanzó su primera exposición tras casi tres lustros y medio de lanzar agudos trazos que cuestionan las contradicciones sociales, económicas y políticas del país.
La ventanilla del Tribunal Electoral que recibe impugnaciones conectada a una trituradora de papel, una sonriente pareja de enamorados en cuya sombra ella se halla desesperada por huir, un pueblo crucificado en el maso de los estrados judiciales… Sombras, trazos, juegos de palabras, frases de personalidades que cambian de sentido son parte del ingenio con que Abecor multiplica su arte. En medio de sus 50 mejores obras seleccionadas conversó con OH! sobre su vida y proyectos
- Cierta vez, David Santalla reflexionaba sobre el reto de hacer humor. Es más fácil pedirle a la gente que baile, cante, ensaye una poesía, etc. a que invente un chiste. ¿Cuán complicado resulta hacer unacaricatura exitosa?
Sí, es complicado hacer humor. Y en este caso la imagen tiene su complejidad en lo rápido que se la debe entender. Hay que pensar muy bien qué trazo y forma de trabajar. Pero mi caricatura, sobre todo, si bien tiene humor, también busca cuestionar a la gente. Por eso, he titulado a la exposición que he organizado “CuestionARTE”. Pero claro, el humor aparece, es necesario, nace con toda las paradojas que tienen lo político y lo social en lo cotidiano.
- En promedio, entre concepción, ensayo, error, etc., ¿cuántas horas diariamente le lleva plasmar una de sus caricaturas?
Consideremos que debo estar muy bien informado, entonces desde que despierto estoy monitoreando las noticias, a través de diversos medios. Llevo ya 17 años en esta labor y se ha vuelto una costumbre. La interpretación puede nacer ese rato. Viene una forma de expresión, uno la dibuja en la cabeza y la va pensando durante el día.
Hay cosas muy difíciles. Hay ideas que a uno lleva semanas y hasta meses en la cabeza mientras busca la figura o el volumen o la sombra que plasme lo que quiere. También hay ideas que ocurren inmediatamente luego de escuchar una frase. Realizarlas es igual de relativo. A veces lo más fácil de concebir resulta más difícil de concretar. Me toma entre media hora y dos a tres horas.
Una de las cosas que me gusta hacer es conversar con mis amigos o escuchar las charlas de la gente en los minibuses. Si entonces vienen las ideas, debo tener papel y lápiz para anotar tres o cuatro tips, con los cuales luego ya se puede trabajar. Hay veces en las que no se debe dejar que se vaya la idea.
- Escuché que heredó su talento, pero que ya cosechó éxitos desde muy temprano
Sí, gané los premios Andrés Bello, uno nacional y otro internacional, a mis 12 años. Mi papá, Juan Bellido Cuestas, era arquitecto y también profesor de artes plásticas en Potosí. La familia decidió venirse a La Paz. Él sentía la necesidad de hacer arte, pero lo dejó. Y ve en mí lo que él no logró alcanzar porque tuvo ocho hijos y se debió dedicar a la arquitectura. Le agradezco mucho su talento, el haber sido su sombra cada vez que lo veía hacer arte.
También recuerdo a mi profesora Lourdes, del colegio San Luis. Me ayudó mucho hasta que mi papá me llevó a la Carrera de Artes que antes no existía. Pero bueno desde muy niño me gustaba esculpir, modelar, pintar y hacerles caricaturas a los profesores. Así, poco a poco, haciendo también escultura, música, se fue definiendo mi carrera. Hasta pasé a ser director de arte de películas y a trabajar en periódicos. Estuve en Gente, El Alteño, La Prensa, La Razón y Página Siete. Siempre hice diplomados en caricatura.
- ¿A qué caricaturistas admira o tiene como referentes para definir su estilo?
Bueno, Mafalda, Quino en general. No faltan en mi biblioteca sus libros. También Fontanarosa, entre los argentinos. También me gusta mucho la caricatura española porque es muy directa, aunque ahora no recuerdo nombres en especial. Aquí también hay varios, están presentes, uno los va siguiendo, y cada vez aparecen nuevos.
- La velocidad y sutileza con la que a veces golpea una caricatura a ciertas personalidades suele traer problemas. ¿Cuáles de esas reacciones son las que más recuerda?
La primera vez, cuando estaba en Gente, hice una caricatura de una avenida que nunca se terminaba en El Alto. El alcalde José Luis Paredes me envió cinco carpetas, varios CD, folletos, etc. para comunicarme que sí se estaba trabajando en la obra. Cuando, en 2003, hice una caricatura que le cuestionaba a Goni por sus políticas, recibí una amenaza telefónica que más o menos dijo: “Ten cuidado con lo que estás haciendo”.
- ¿Y en estos tiempos?
Lo he notado en otro sentido, vía internet. En Facebook, hace cuatro meses, incluso antes, el porcentaje de las personas que ponían “me gusta” bordeaba el 80 por ciento. De pronto aparecieron expresiones muy críticas, con adjetivos, insultos y sonriente también con errores. Incluso con expresiones amenazantes. Entonces, uno trata de ver de quiénes son las cuentas y resultan cuentas falsas. A un comienzo era sorprendente y molesto, pero luego me acostumbré. Sé que eso pasa ahora, que hay gente pagada para hacer eso.
- En CuestionARTE seguramente ha seleccionado lo mejor de los 17 años de trabajo. De entre ellos, ¿cuáles son sus trabajos que más recuerda, aquellos con los que se halla especialmente identificado?
Como son tantos años, me costó reunir en esta exposición las caricaturas más representativas. Apenas pude revisar el conjunto de cinco años. Claro, me encontré con caricaturas que están en el alma y que mucha gente ha compartido, “linkeado” o las recuerda frecuentemente.
Por ejemplo, dibujé, para Todos Santos, a una señora que está comiendo en su mesita y le sirve un plato a su mamá que está en el cielo. A ella se la ve medio difusa pero se logra ver que comparte la comida. También recuerdo varios trabajos que he hecho dibujando niños y la indiferencia que hay hacia ellos, trabajos en favor de sus derechos. Otros también con el tema de la salud, de este proceso que no es proceso. Es lindo saber que lo que uno siente otros sienten, saber que se comparten percepciones y sentimientos.
Hace poco, por ejemplo, me pasó que una señora de edad apareció con un pedazo de periódico recortado. Mostraba la caricatura y ella decía que me quería conocer. También llegó de Oruro una pareja de profesores quienes igualmente manifestaron que querían conocerme. Son lindas anécdotas que hacen que le ponga más ganas al trabajo que estoy realizando.
-Seguro, CuestionARTE es parte de ello. ¿A qué más se proyecta?
Sí, esta exposición me permite ver las miradas de la gente cuando observa mis cuadros, interactuar con ella más allá de lo digital y el periódico. Quiero llevarla a Cochabamba y a Santa Cruz. Es el preámbulo para hacer un libro y poder presentarlo en la Feria Internacional del Libro de La Paz. Es un anhelo que tengo.
PERFIL
Abel Bellido Córdova es paceño y tiene 46 años. Estudió la Carrera de Artes y egresó del colegio San Luis de Fe y Alegría. Entre otros diversos galardones y distinciones, ha ganado dos veces el Premio Nacional de Periodismo en su categoría.