Los Reyes Magos antiestrés
Texto: María Jesús Ribas.
EFE/REPORTAJES
¿Le gustaría que el mes de enero le obsequiase un cambio positivo y duradero para su vida, además de los tradicionales regalos que recibirá de Melchor, Gaspar y Baltasar?
Existen otros tres Reyes Magos cuyos regalos son psicológicos y cuya poderosa magia puede ayudarnos a mantener a raya el estrés en estos frenéticos y, a menudo, alienantes tiempos en que vivimos. Es uno de los mejores obsequios para comenzar el año que se despliega ante nosotros como una página en blanco.
En vez de oro, incienso y mirra, traen en sus alforjas remedios para calmar nuestra mente y cuerpo, salpicando nuestras actividades con pequeños toques de consciencia y concentración y recuperando la percepción del momento presente.
Los nombres de estas tres majestades del bienestar son Descanso verbal, Sosiego visual y Placidez corporal, y la monja budista francesa, Kankyo Tannier, nos explica por qué es bueno darles la bienvenida a nuestra vida y cómo aprovechar los dones que nos ofrecen.
APRENDER DE NUEVO.
Tannier se encarga de gestionar su blog, así como de las redes sociales de un monasterio y algunas asociaciones budistas, y vive en continuo contacto con la naturaleza y también se deja caer por las grandes ciudades, donde realiza distintas actividades, como impartir conferencias.
Esta seguidora del zen tiene una escuela budista centrada en la meditación y el despertar de la consciencia, además, es hipnoterapeuta y ha profundizado en la programación neurolingüística.
Basándose en sus conocimientos y experiencia sobre el funcionamiento del cerebro y en sus prácticas espirituales, Tannier ha desarrollado una pedagogía del silencio, como herramienta para reconectarnos con nuestro mundo interior, reducir nuestros niveles de estrés, ansiedad y carencia, y adentrarse en la senda de la felicidad.
“El silencio no tiene nada que ver con la ausencia de ruido, está más relacionado con la concentración y la plena consciencia”, asegura.
“Se trata de aprender a oír de nuevo, el espacio entre las palabras, la calma después de la tormenta y el paso del tiempo. Aprender a paladear de nuevo, el gusto de un instante, el sabor de un plato, la espuma de los días y el calor del fuego”, explica Tannier.
MAGIA DEL SILENCIO
Esta monja laica propone cultivar “La magia del silencio”, precisamente el título de su último libro, en sus tres tipos: “el silencio de palabras, para poder captar realmente lo que sucede a nuestro alrededor; el silencio visual, para que nuestra mirada sepa prescindir de la información inútil; y el silencio corporal, para aprender a escuchar lo que nuestro cuerpo nos dice”.