El cerebro creativo está conectado de una forma diferente
Leonardo da Vinci, Albert Einstein, Isaac Newton, Miguel Ángel... la lista de genios en la historia de la humanidad está llena de personalidades desbordantes de creatividad.
Pero sin llegar a esas alturas, las personas que generan ideas originales en su vida cotidiana tienen un cerebro distinto a los demás, según una investigación liderada por Roger Beaty, experto en neurociencia cognitiva de la Universidad de Harvard.
Igual que la inteligencia, la creatividad puede ser considerada como un talento que todas las personas tienen en mayor o menor medida.
De hecho, cuando hay que pagar deudas, irse de vacaciones o mentir, es necesario tener ideas ingeniosas.
Poco a poco los científicos han comenzado a descubrir cuáles son las zonas del cerebro que se relacionan con la creatividad y a identificar procesos como las ideas espontáneas y el pensamiento controlado, aquel que permite determinar si esas “ideas locas” pueden llegar a funcionar en la vida real
“Medimos la actividad del cerebro cuando las personas estaban trabajando en una tarea que requiere pensamiento creativo y descubrimos que los que tienen ideas más originales, mostraron un patrón distinto en sus conexiones cerebrales”, dijo Roger Beaty.
Beaty estudió el comportamiento de las distintas redes neuronales utilizando una resonancia magnética funcional, una técnica que permite obtener imágenes de la actividad del cerebro.
“Pudimos predecir -modestamente- la habilidad creativa de una persona a partir de la fuerza de sus conexiones neuronales al interior de una misma red”, comentó el científico. “En general, las personas con conexiones más fuertes, tuvieron mejores ideas”, explicó.
Redes
En la investigación, publicada en la revista científica estadounidense Proceedings of the National Academy of Sciences (PNAS), Beaty encontró que el pensamiento creativo ocurre al interior de tres redes.
Estas redes son: la red neuronal por defecto, que se utiliza cuando el cerebro está imaginando; la red de control ejecutivo, que se activa para tomar decisiones; y la red de prominencia, utilizada para discernir la importancia de una cosa y que funciona como un interruptor entre las otras dos redes.
La red de prominencia tiene una función clave para alternar entre el mecanismo de generación de ideas y el de evaluación. Normalmente estas redes no se activan al mismo tiempo. Por ejemplo, cuando se activa la red de control ejecutivo, la red neuronal por defecto se desactiva.
Pero la investigación sugiere que “las personas creativas tienen una mayor habilidad para coactivar redes que suelen trabajar separadas”.
Esas conclusiones van en la misma línea de otros estudios realizados con artistas como músicos de jazz y poetas.
El investigador dice que es posible entrenar el cerebro en áreas determinadas para estimular ideas originales.
“El entrenamiento en distintos campos, como la escritura creativa, puede funcionar -en parte- para mejorar la conectividad neuronal dentro de una misma red”, señaló.
“Otros entrenamientos cognitivos y estimulaciones cerebrales no invasivas también podrían ser útiles para facilitar los pensamientos creativos”, agrega. Pero otra cosa es un “cerebro creativo” que activa varios circuitos.
El pensamiento creativo ocurre a través de tres redes: neuronal por defecto, de control ejecutivo y de prominencia.
"El cerebro creativo está conectado de una manera diferente y las personas creativas son más capaces de activar sistemas cerebrales que típicamente no funcionan juntos. Las personas creativas tienen una mayor habilidad para coactivar redes neuronales que habitualmente trabajan por separado". Roger Beaty. Experto neurociencia