Tres pasos para que los niños puedan controlar emociones
Hace muchos años se pensaba que las personas que se desenvolvían mejor en áreas científicas y exactas tenían conocimientos y con ello la capacidad para alcanzar el éxito. Sin embargo, "hoy en día se ha demostrado que una persona no solamente necesita una inteligencia matemática o científica, sino que el éxito viene también de una persona capaz de tener relaciones interpersonales sanas y un control y manejo emocional", señaló la psicóloga Valeria Espinoza, coordinadora del centro Cultivando Emociones.
Con esta idea se puede entender la inteligencia emocional como "la capacidad que tiene una persona de percibir y manejar adecuadamente sus emociones frente a distintas situaciones en las que se desenvuelve día a día", ya sea en el trabajo, con la familia o en la escuela, señaló.
Esta capacidad puede trabajarse en las personas mediante una educación emocional.
Los beneficios de lograrlo son muchos, más aún cuando se inician a temprana edad, puesto que mejora la autoestima, fomenta relaciones sociales más sanas, mejora el rendimiento laboral y escolar, da influencia y liderazgo, favorece al bienestar psicológico y disminuye el estrés.
Espinoza sugiere tres pasos básicos para transmitir esta educación a nuestros hijos.
1. Saber qué emociones existen:
Para enseñar a niños y adultos todo lo que implican sus emociones y ayudarlos a comprenderlas, se debe partir por saber qué emociones existen, resaltó Espinoza.
Puede hablarse de ocho emociones básicas, según el psicólogo Robert Plutchik: la alegría, la tristeza, la confianza, el asco, el miedo, la ira, la sorpresa y la anticipación (prever o imaginar lo que sucederá).
En casa, para trabajar educación emocional con sus niños, los padres deben empezar por un paso fundamental: ser personas capaces de demostrar a sus niños autocontrol emocional en su día a día. "El mejor ejemplo para un niño es un padre o madre capaz de tener autocontrol frente a diferentes situaciones que se puedan presentar", apuntó la psicóloga.
Así se puede guiar a los niños y niñas a comprender de qué se tratan las emociones.
2. Reconocer las emociones:
Una vez que sepan qué y cómo son, los niños pueden empezar a reconocer sus emociones, "esto se puede hacer con niños desde muy temprana edad", apuntó Espinoza.
Existen dinámicas e incluso juegos para reconocer las emociones que sentimos y cuándo las sentimos.
3. Hablar sobre eso:
Como tercer paso, hay que animar a los niños a hablar sobre sus emociones. Si se ve a un niño enojado, animarlo a hablar sobre su enojo e identificar de dónde viene.
"Muchas veces los niños expresan emociones con conductas incomprensibles. Un niño que tiene miedo a realizar algo y lo expresa a través de enojo, rabia y berrinche ya que no logra verbalizar que es en realidad el miedo lo que le hace expresarse así", añadió.
Los padres son elementales en este camino de aprendizaje para grandes y chicos.
DATOS
Emociones y educación. Con la educación emocional dentro del proceso educativo se puede lograra el pleno desarrollo de la personalidad integral de la persona, porque tanto el desarrollo cognitivo como el desarrollo emocional son esenciales.
El papel del educador. Al ser más accesible el conocimiento, mediante la tecnología, el papel del educador pasa a ser esencial en torno al manejo emocional de los estudiantes. Existen numerosas herramientas y dinámicas que pueden utilizar centros y colegios. Un ejemplo son los talleres que organiza Cultivando Emociones, para niños desde bebés. (Cultivando Emociones, en Facebook)