Turismo: cuatro circuitos para recorrer
La Festividad de la Virgen de Urkupiña es una importante oportunidad para conocer Quillacollo, un municipio privilegiado por su topografía, donde se hallan incomparables atractivos turísticos, para remontarse en el pasado y la historia, disfrutar de las bondades de su naturaleza y de las delicias gastronómicas.
El municipio de Quillacollo, una vez más se ha preparado a recibir a los miles de devotos de la Virgen, para demostrar su hospitalidad y mostrar sus potencialidades a los visitantes a través de cuatro circuitos turísticos: arqueológico, arquitectónico, ecológico-natural y religioso.
Quillacollo tiene una extensión territorial de 720 km2 y se encuentra a una altura promedio de 2453 msnm. Según el censo de 2012, cuenta con una población de 137.182 habitantes, el tercer municipio más poblado del departamento, y se caracteriza por su actividad comercial, agrícola y turística, que en los últimos años alcanzó mayor importancia y vitalidad, convirtiéndose en su vocación y razón de ser.
El municipio se encuentra a 13 kilómetros de la ciudad de Cochabamba, su variada geografía permite recorrer y admirar diferentes pisos ecológicos: sus valles productivos y el altiplano con maravillosos nevados y lagunas de aguas cristalinas.
Saliendo de la ciudad y recorriendo unos 56 kilómetros hacia el norte, subiendo a la Cordillera del Tunari se encontrará con nevados, lagunas, ríos y caídas de agua cristalina, impresionantes paisajes altiplánicos, hábitat de aves palmípedas.
En las faldas de la cordillera, rodeado de bosques y a 11 kilómetros del centro de la Quillacollo, está el balneario de aguas termales de Liriuni, cuyas cualidades hidroterapéuticas fueron comprobadas por un laboratorio de Nueva York en 1939, que le atribuyeron 36 componentes químicos que hacen que sus aguas sean altamente medicinales.
En los extensos valles, al pie de la cordillera, a pocos kilómetros del centro urbano de Quillacollo, se asientan muchas comunidades que conservan, además de su vocación agrícola heredada desde la época de los aymaras y quechuas, muchos vestigios de sus origines, templos y grandes haciendas de la época de la colonia.
En sus colinas, Quillacollo guarda celosamente sitios arqueológicos. En Piñami, al noreste del municipio, existe un museo arqueológico abierto donde se puede observar varios niveles de ocupación de la zona por los antiguos habitantes, restos de vasijas, enseres rituales y humanos.
Un sitio incaico que data del año 1450 es Cotapachi, detrás del cerro del Calvario de Urkupiña, donde un complejo de Qullqas o silos de maíz se conservan. Se trata de uno de los sitios arqueológicos incaico más importante de Bolivia.
02 CIRCUITO ARQUITECTÓNICO
Lugares: Las grandes haciendas de los “Barones del Estaño” con arquitectura colonial y republicana. Simón I. Patiño dejó como herencia la hacienda de Cotapachi, hoy utilizada por los militares, El teatro Teófilo Vargas Candia y el Palacio Consistorial son otros símbolos arquitectóni
cos de la región.
03 CIRCUITO ECOLÓGICO-NATURAL
Lugares: Entre los atractivos turísticos naturales del municipio están la Cordillera del Tunari, donde se puede practicar Rappel, ciclismo de montaña, pesca en las lagunas de altura, el Parque Ecoturístico de Chocaya y las termas de Liriuni, con cualidades hidroterapéuticas y medicinales pueden aliviar dolores musculares, artritis, reumatismo y el estrés.
04 CIRCUITO RELIGIOSO
Sitios: Además del Santuario de la Virgen de Urkupiña y el cerro de Cota o Calvario, Quillacollo cuenta con monumentos religiosos que datan del tiempo de la colonia, como el templo de El Paso, considerado el más antiguo de Cochabamba; el templo de Illataco, que tiene más de 130 años; el templo del Señor de Piñami, es otro de los templos simbólicos.
SEPA MÁS
Orígenes coloniales de Quillacollo
Quillacollo fue fundado el 14 de septiembre de 1593, por Juan Soliz y Francisco de Moya, dando cumplimiento a un mandato del obispo de Quito y teniendo como testigos al padre Juan Zeñudo, Juan Uribe y Cristóbal de Arévalo.
Cobijó a pueblos aymaras y quechuas en sus tierras
Quillacollo era un territorio habitado por pueblos aymaras, primero, y luego por quechuas, de ahí proviene su nombre. Quella Kollu, aymara que significa “Colina de ceniza” y del quechua Quilla Collu, “Colina de la luna”.