La rana Romeo y su Julieta tendrán la primera cita el Día de San Valentín
Las ranas acuáticas Romeo y Julieta, que tienen la importante misión de evitar la extinción de su especie, tendrán su primera cita el 14 de febrero, Día de San Valentín, por lo que el verdadero amor podría ser finalmente una realidad.
Romeo se convirtió en una celebridad internacional el día de San Valentín en 2018 con un perfil de citas en Match, la compañía de citas más grande del mundo. Ahora, un año después, ambos esperan que cupido lance el flechazo de amor.
Julieta, así bautizada por los científicos, "fue encontrada en una expedición en bosques nublados de Bolivia, zona que se encuentra entre los municipios de Pojo y Comarapa", dijo Teresa Camacho, jefa del departamento de Herpetología del museo de Historia Natural Alcides d'Orbigny.
¡Solo nunca más! Romeo, la rana acuática de Sehuencas, encuentra una pareja: https://t.co/t43PgxYi4z pic.twitter.com/dwbdncGK5K
— Los Tiempos (@LosTiemposBol) 15 de enero de 2019
Unos biólogos encontraron en esa zona a Romeo hace una década, un macho de esta especie de ranas con una esperanza de vida de 15 años y hasta ahora el único.
Con Julieta, las puertas para una descendencia están abiertas. "Han pasado más de 10 años desde que Romeo, la última rana acuática de Sehuencas (ubicado entre los municipios de Totora y Pocona del Parque Nacional Carrasco) que se conoce, haya conocido el amor, pero la suerte de este soltero afortunado está a punto de cambiar drásticamente", afirmó la organización Global Wildlife Conservation (GWC), que formó parte de le expedición.
Julieta y sus compañeros fueron colocados en cuarentena en el Centro K'ayra del museo Alcides d'Orbigny para que puedan aclimatarse a un entorno que replique las condiciones de la naturaleza. Ahora recibirán tratamiento contra la "quitridiomicosis", una infección causada por un hongo, que suele exterminar a las ranas.
Ahora la prioridad es poner a Julieta “primorosa y atractiva” para causar una buena impresión en el solitario galán. El macho tiene una longitud de 62 milímetros y es de color marrón con manchas oscuras, mientras que la hembra tiene 55 mm y es un poco más oscura.
"Después de esto Romeo se encontrará con su Julieta. ¡También queremos asegurar las condiciones perfectas para su cita a ciegas!", indicó Camacho.
Para lograr la procreación se tomarán datos de temperatura y calidad de agua de los arroyos donde suelen vivir ranas, para reproducirlos en los ambientes de cría.
"¡Esperamos que haya amor a primera vista! Pero si esto no ocurre, nos tomamos un helado, vemos la película 'The Notebook', y volvemos a intentarlo", indica Camacho, evocando la película conocida en castellano como "Diario de una pasión", interpretada por Ryan Gosling y Rachel McAdams.
Pero si cupido no consigue su cometido, los especialistas están evaluado otras alternativas, como recurrir a la tecnología y al apareamiento de los otros ejemplares.
La organización Global Wildlife Conservation anunció que junto al museo "también trabajarán con un laboratorio en la Universidad Macquarie en Sydney, Australia, en la recolección y congelación de esperma de Romeo y gametos (huevos y esperma) de otras ranas para que podamos probar fertilización in vitro".
La falta de una hembra motivó que en la misma fecha hace un año se realizara una campaña para recaudar fondos que financiaran expediciones en búsqueda de una pareja. Unos 25.000 dólares habían sido obtenidos.
Camacho explicó que con los fondos se planificaron desde noviembre pasado ocho salidas de campo de seis días cada una. Hasta ahora se realizaron cuatro expediciones de ellas.
Aún falta ir a otras localidades y "lo haremos hasta el mes de marzo", cuando finaliza la época de lluvias, aseveró.
GWC recordó que la rana de Sehuencas es totalmente acuática y que su especie fue una vez abundante en el fondo de pequeños arroyos o ríos, y en pozas en el bosque montano de Bolivia.
La combinación del cambio climático, la destrucción del hábitat, la contaminación, el patógeno quitridio, que es mortal en estas especies, y la introducción de truchas invasoras han provocado una disminución abrupta de especies de ranas acuáticas en Bolivia, Ecuador y Perú.