Simios al borde de la extinción
El último informe de la Lista Roja de Especies en Peligro de Extinción de la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN) alerta de la situación crítica de los simios: cuatro de las seis grandes especies están a un paso de la extinción. Asimismo, el estudio revela una buena noticia: los pandas gigantes salieron de la lista de especies amenazadas.
Esta última actualización fue presentada el fin de semana en el Congreso Mundial de la Naturaleza que se está celebrando en Hawái.
La lista, bautizada por investigadores como el "termómetro de la biodiversidad del planeta" es resultado del seguimiento científico a nivel internacional de 82.954 especies de fauna y flora. Cerca de un tercio, 23.928, están amenazadas de extinción, 68 se extinguieron en el estado salvaje y 855 desaparecieron.
Primero, las malas noticias. "Cuatro de los seis grandes simios —el gorila oriental, el gorila occidental, el orangután de Borneo y el orangután de Sumatra— están ahora clasificados en la categoría 'en peligro crítico', mientras que el chimpancé y el bonobo se hallan en la categoría 'en peligro'", explica la UICN en un comunicado.
El gorila oriental (Gorilla beringei) pasó de la categoría "en peligro" a "en peligro crítico" a raíz de una devastadora reducción de su población, que asciende a más del 70% en 20 años. Su población se estima en menos de 5.000 individuos.
El gorila oriental de planicie (G. b. graueri), una de las dos subespecies del gorila oriental, perdió el 77% de su población desde 1994: de 16.900 individuos pasó a solo 3.800 en 2015.
"Es realmente preocupante ver al gorila oriental —una de las especies más cercanas al ser humano— encaminarse a la extinción", comentó Inger Andersen, Directora General de la UICN.
La segunda subespecie, el gorila de montaña (G. b. beringei), no ha sido tan afectado, e incluso su población aumentó levemente, alcanzando actualmente los 880 ejemplares.
La caza ilegal, la guerra y la pérdida de una parte de su hábitat condujeron a "una decadencia catastrófica" de la población de gorilas del oriente, "que se redujo en más de 70% en 10 años", subraya la organización internacional en un comunicado.
"La caza ilegal es lo que está encaminando a los grandes simios a la extinción", dijo la primatóloga Jane Goodall, "Tenemos una ventaja aún para salvarlos, pero no es muy grande y habría que abrirla antes de que el cambio climático y las enfermedades agraven la situación de estas especies, tan cercanas al hombre", señaló.
"Vivimos en una época de grandes cambios y cada actualización de la Lista Roja de la UICN nos muestra que la crisis global de la extinción avanza a gran velocidad. Las acciones de conservación dan resultados y cada vez tenemos más evidencias y pruebas de que es así. Nuestra responsabilidad es intensificar nuestros esfuerzos con el fin de revertir la tendencia y salvaguardar el futuro de nuestro planeta", añade Andersen.
El panda repunta
Hay, sin embargo, una buena noticia en este panorama desolador. Del lado positivo, la UICN anunció el domingo que décadas de trabajos de conservación en China dieron sus frutos y el panda gigante pasó del estatus de especie "amenazada" a "vulnerable".
La UICN destacó que la población de pandas gigantes aumentó gracias a las efectivas medidas de protección y de reforestación de la selva y a la exitosa vinculación de grupos de animales que antes estaban separados. Además, se logró reducir la caza ilegal. Calculan que hay alrededor de 2.060 pandas en el mundo, sumados adultos y jóvenes.
Pero la organización alertó que hay modelos científicos que pronostican que el cambio climático podría diezmar más de 35 por ciento de las plantaciones de bambú en los próximos 80 años, lo que revertiría los logros obtenidos en las últimas dos décadas.
Las autoridades chinas no han recibido bien la decisión de la UICN de retirar al oso panda de la lista de especies en peligro, y subrayaron que la medida podría tener "consecuencias irreversibles", según el diario oficial China Daily.
En un comunicado, la Administración Forestal Estatal declaró que "es demasiado pronto para decir que el panda ya no está en peligro", y señaló que la decisión de la UICN, "podría dar marcha atrás a los avances logrados en las últimas dos décadas".
Según los responsables chinos de bosques, no se tiene en cuenta la especial situación de estos animales, que viven en comunidades aisladas unas de otras en las zonas montañosas del centro de China.
El último censo de pandas realizado por las autoridades chinas en 2015 cifró en 1.864 los ejemplares en estado salvaje, frente a los 1.596 de principios de este siglo, pero según los expertos del país, por encima de los números lo que hace peligrar a la especie es el cambio climático.
Estrategia china
El pilar de la estrategia china para salvar a este simpático mamífero blanco y negro consiste en volver a plantar bambú en las zonas selváticas, para brindarles alimentación y hábitat.
China desarrolla igualmente un programa de "préstamo de pandas" a zoológicos del mundo entero que le permite invertir en la protección de especímenes salvajes.
Sin embargo, el panda sigue perteneciendo a la categoría de animales "vulnerables", incluida en el estatus de especies amenazadas, y la mejora registrada en los últimos años podría ser de corta duración, alerta la UICN.
La protección, clave
Una segunda buena noticia: el Antílope del Tíbet (Pantholops hodgsonii) pasó de la categoría de "en peligro" la de "casi amenazado", gracias a una política de "rigurosa protección" que permitió que su número aumentara. La población disminuyó de cerca de un millón de individuos, a entre 65.000 y 72.000 individuos en los años 80 y principios de los años 90. La causa fue la caza furtiva con fines comerciales, debido a su valioso pelaje que se utiliza para la confección de chales.
“Se requieren de tres a cinco pieles para fabricar un solo chal, y se mata a los animales porque no se puede ni esquilar ni peinar la lana. Desde entonces, se han tomado medidas de protección rigurosas, y la población se estima actualmente entre 100.000 y 150.000 individuos”, aseguran.
Entre otros éxitos de conservación, cabe mencionar también el caso de la rata arquitecto (Leporillus conditor), especie endémica de Australia, cuya situación ha mejorado, pasando de vulnerable a la categoría casi amenazada. Este roedor constructor de nidos es único y el último en su género, después de la extinción de la especie más pequeña Leporillus apicalis en el siglo XX. La resina que crean las ratas para construir sus nidos es tan sólida que puede durar milenios si no se ve expuesta al agua.
El ualabí de bridas (Onychogalea fraenata) registra también una mejora en su situación, pasando de la categoría en peligro a vulnerable. Esta especie endémica de Australia, muy común en el pasado, sufrió un gran declive poblacional en el siglo XIX e inicios del siglo XX a causa del impacto de las especies invasoras y la pérdida de sus hábitats. Un exitoso programa de conservación por translocación que establece nuevas poblaciones dentro de áreas protegidas permite a esta especie iniciar el largo camino hacia la recuperación.
"Vivimos en una época de extremas mutaciones y cada puesta al día de la lista roja de la UICN nos muestra que la crisis mundial avanza muy rápidamente", observó Inger Andersen.
EN EL MEDITERRÁNEO
19 especies de mariposas a punto de desaparecer
EFE
Un total de 19 especies de mariposas de zona mediterránea, 15 de ellas endémicas, están a punto de desaparecer, según un estudio promovido por el Centro de Cooperación del Mediterráneo de la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN).
El informe, evaluó 462 mariposas nativas del Mediterráneo, de las que el 21% sólo se encuentra en la región, principalmente en el norte de África.
Los investigadores detectaron que la mayor riqueza de especies se halla en las zonas montañosas del sur de Francia, norte de Grecia y sur de Turquía, donde la gran diversidad de microclimas favorece a muchas especies de estos insectos emblemáticos y muy populares.
No obstante, Catherine Numa, del Centro de Cooperación del Mediterráneo de la UICN, advierte de que "sigue faltando información sobre la distribución geográfica de las mariposas, tamaño de sus poblaciones y tendencias, sobre todo de las especies que se encuentran al sur y este del Mediterráneo".
Los autores del estudio concluyen que entre las principales amenazas para las mariposas mediterráneas están la transformación de prados en zonas agrícolas de cultivo o uso forestal, los niveles insostenibles de pastoreo y el abandono de ciertos métodos de cultivo.
A ello se suman otras amenazas importantes, como el cambio climático, la frecuencia e intensidad de los incendios y el desarrollo del turismo.
Los expertos llegan a la conclusión de que la gestión adecuada del hábitat mejoraría la conservación de estas especies "tan valiosas", y proponen medidas urgentes para salvaguardar el capital natural de la región mediante el pleno cumplimiento de la legislación nacional e internacional, y los planes de recuperación de ecosistemas.
"Las mariposas están disminuyendo en muchos lugares de la Europa mediterránea debido al cambio de los sistemas agrícolas y podrían llegar a desaparecer si no actuamos de forma urgente", afirma Chris van Swaay, presidente de la organización Butterfly Conservation Europe y uno de los autores del estudio.
La publicación incluye un ejemplo del Programa de Recuperación de Especies desarrollado por Butterfly Conservation Europe para la supervivencia a largo plazo de cuatro mariposas endémicas del Mediterráneo en España (Euchloe bazae, Polyommatus golgus, Polyommatus violetae y Plebejus zullichi).