Los niños que practican yoga controlan mejor el estrés
“Estamos en un mundo muy ajetreado, no podemos tener una pausa para pensar qué es lo que realmente queremos y qué es lo que realmente nos hace feliz”, manifiesta Edita Vojtkova, instructora de yoga. Cada día aumentan los niveles de estrés y los adultos traspasan esas energías a los niños, quienes a la vez tienen problemas conductuales y emocionales.
Diferentes factores les ocasionan estrés: un ritmo de vida acelerado, tensión en el entorno familiar, padres cada vez más preocupados, presión por alcanzar un alto desempeño académico y social en el colegio, demasiada exigencia de deportes muy competitivos.
Por estas razones, se recomienda que los pequeños practiquen yoga, que significa “unión” entre la mente, el cuerpo y el espíritu. A lo largo del tiempo, se han generando diversas herramientas y metodologías para enseñar esta disciplina no sólo a adultos, sino también a los niños, quienes pueden beneficiarse de forma integral con su práctica.
“La clase de yoga les sirve enormemente cuando se enfrentan con acontecimientos estresantes a lo largo de sus vidas. Al tener un ambiente relajante se trabaja también con sus habilidades emocionales y cognitivas”, explica la instructora de yoga Claudia Funes.
Dice que el yoga para niños no puede enseñarse como a los adultos. Las clases se adaptan a su desarrollo emocional y físico, a la vez, las explicaciones son fácilmente aceptadas y entendidas por ellos. Hay que considerar que por naturaleza tienen mucha energía, son inquietos, curiosos y traviesos, es por eso que pueden jugar de manera rápida y activa manteniendo un equilibrio entre la espontaneidad y la estructura. Por tanto, los pequeños que practiquen yoga aprenderán a escucharse a sí mismos y a los demás mientras se expresan creativamente.
“La incorporación de cuentos, canciones, juegos y posturas crean un ambiente multisensorial, donde se desarrollan a través de un aprendizaje kinestésico, visual y auditivo”, dice Funes.
Los niños pueden empezar a practicar esta disciplina a partir de los cuatro años.
Las clases se dividen por edades, ya que el desarrollo de los pequeños es diferente en cada etapa, de acuerdo a la edad las actividades y juegos varían. “Se explota formas diferentes y creativas de hacer una postura, es parte del proceso de aprendizaje. Se crean espacios que les permiten ser creativos, inventar nuevas cosas, sumergirse en su imaginación, jugar e incluso ser un poco salvajes. Son cosas muy importantes para su desarrollo”, complementa Funes.
Los padres de familia también influyen en el proceso de aprendizaje que tienen sus hijos en el yoga.
“Lo más importante es compartir un tiempo de calidad con ellos, enfocando toda su atención en ese momento”, recomienda. Es necesario que escuchen atentamente lo que hicieron en su clase de yoga.
También menciona que se pueden realizar sesiones de yoga en familia, “es maravilloso para pasar un tiempo saludable y feliz, todos juntos. Esta es una oportunidad tanto para los padres como para los hijos de salvar la enorme diferencia de edad entre ellos”, menciona la instructora.
Por su parte, Vojtkova indica que en el yoga se puede variar y disfrutar de las distintas posturas logrando tener tiempo de calidad con uno mismo.
OPINIONES
"Las clases de yoga se combinan con posturas y juegos, entonces se les enseña a reconocer, expresar, manejar y autogestionar sus emociones. Recordemos que mediante estas se determina la calidad de nuestras decisiones y relaciones". Claudia Funes. Instructora de yoga para niños
"Hoy en día, los niños no tienen tiempo de ser niños. Les pasamos el celular, prendemos la tele porque nosotros mismos queremos olvidarnos del mundo. Cuando realizas yoga te das cuenta que las cosas pequeñas sí pueden hacerte feliz". Edita Vojtkova. Instructora de yoga
CONSEJOS
Los niños pueden hacer yoga desde los 4 años. Cada edad está en un nivel de desarrollo diferente y necesita distintas actividades. Las posturas y otros ejercicios se deben adecuar a las características de cada niño para que pueda sacar el mejor provecho de la clase.
Deben usar ropa cómoda. Deben sentirse cómodos, vestir ropa holgada y ligera que les permita moverse libremente. También pueden estar descalzos o con calcetines.
Duración total de la clase de yoga. Debe ser de 45 minutos a una hora. No más porque los niños tienen menos capacidad de concentración que los adultos.