Cuáles son los celulares que emiten mayor y menor radiación
El último informe de la Oficina Alemana para la Protección contra la Radiación brinda datos sobre los niveles de radiación que producen los actuales teléfonos celulares que se ofertan en el mercado.
Samsung encabezó la lista con más modelos actuales que poseen una tasa de absorción específica (SAR) más reducida.
La tasa de absorción específica (SAR) es una medida de la energía absorbida por el cuerpo. Su medida es Watt por kilogramo (W/kg).
Para evitar efectos adversos para la salud, la tasa de absorción específica de un teléfono móvil no debe exceder los 2 vatios por kilogramo.
Para realizar el gráfico, Statista mostró el comparado del índice SAR de los siguientes fabricantes: Apple, Blackberry, Google, Huawei, LG, Motorola, OnePlus, Samsung, Sony, HTC, Xiaomi y ZTE. Solo se han tenido en cuenta los modelos actuales.
Para realizar el gráfico, la sociedad especializada en estadísticas Statista mostró el comparado del índice SAR de los siguientes fabricantes: Apple, Blackberry, Google, Huawei, LG, Motorola, OnePlus, Samsung, Sony, HTC, Xiaomi y ZTE. Solo se han tenido en cuenta los modelos actuales.
Aunque actualmente no se ha demostrado una relación directa de preocupación de la radiación que emiten los dispositivos de uso cotidiano como celulares, tablets o computadoras en los humanos, sí hay diversos estudios que deben ser tomados en cuenta.
En noviembre de 2018 investigadores de los EEUU encontraron "evidencia clara" de que la exposición a la radiación de los teléfonos celulares puede causar tumores de corazón cancerosos en ratas macho.
Sin embargo, aún se desconocen las repercusiones para la salud de los humanos. Este estudio duró dos décadas, involucró a 3.000 ratas y ratones y costó 30 millones de dólares.
Un estudio de 10 años a la cabeza de John Bucher, un experimentado científico de los Institutos Nacionales de Salud sobre los efectos de la exposición a la radiación en los teléfonos celulares en los animales, mostró los efectos negativos.
Estos resultados expusieron un mayor riesgo de tumores, daños en el ADN o los tejidos y un menor peso corporal en algunos grupos de roedores, aunque no tuvo ningún efecto evidente en otros animales.