Experimentar la indigencia en realidad virtual genera empatía más duradera
LOS ÁNGELES |
La tecnología de la realidad virtual permite conocer de una manera más cercana e intensa la dolorosa experiencia de perderlo todo y contribuye a aumentar el ánimo de ayudar a los indigentes, según un estudio dado a conocer hoy por la Universidad de Stanford.
La experiencia "Quedarse sin Hogar" del centro universitario californiano pretende que cualquier persona a través de la realidad virtual pueda experimentar de forma más vivencial lo que representa perder el empleo y el techo, y terminar viviendo en la calle.
El proyecto desarrollado por el Laboratorio de Interacción Humana Virtual de Stanford lleva a conocer vivamente realidades de personas que "lo han perdido todo", hasta llegar a la indigencia.
En uno de los segmentos del experimento, por ejemplo, los participantes se encuentran en su apartamento y tienen que escoger qué objetos deben vender para poder pagar el arrendamiento.
En otra circunstancia, se hallaban en un albergue público, pero tenían que cuidar sus pertenencias para que nadie se las robara.
Steve Preminger, asesor especial del condado de Santa Clara, fue uno de los que pudieron "vivir" la realidad que enfrentan los "sin techo" y asegura que la experiencia fue dura y le llevó a interesarse en buscar soluciones a estas situaciones de desamparo.
"Me sentí desesperado. Incapaz de continuar. Afortunadamente el ejercicio terminó, pero me conmovió y quedé con el propósito de encontrar soluciones para los muchos cuyas vidas son exactamente así, y que no están viviendo un ejercicio", explica Preminger.
El informe mostró que los participantes en la experiencia virtual "estuvieron significativamente más de acuerdo con afirmaciones como 'Nuestra sociedad no hace lo suficiente para ayudar a la gente desamparada'".
En promedio, el 83 por ciento de los participantes en la experiencia firmaron una petición de apoyo de vivienda asequible en comparación con el 65 por ciento de personas "que leyeron una narrativa que les pedía que se imaginaran como era ser indigente".
Luego de vivir la experiencia virtual, algunos de los que participaron en el estudio se comunicaron con los investigadores para contarles que habían tenido contactos con indigentes en la vida real para tratar de ayudarles.