Vehículos parquean en doble fila a lo largo de la ciclorruta
A dos semanas de inaugurada la continuación de la ciclorruta norte, los conductores se parquean en doble fila en las avenidas Papa Paulo, Oquendo y plazuela Quintanilla, con el argumento de que el carril para las bicis les quitó espacio, según se constató ayer durante un recorrido.
Las zonas más afectadas son la avenida Oquendo, por las Torres Soffer, la Papa Paulo casi Ramón Rivero y por último los alrededores de la plazuela Quintanilla.
Sobre la Papa Paulo, conductores de una empresa de radiotaxis que instaló su parada estacionan en doble fila.
“Hace unas dos semanas que nos estacionamos así, porque la ciclorruta está donde antes nos parqueábamos, qué podemos hacer, sólo estamos aquí por trabajar”, comentó Juan, un taxista de la empresa.
En algunos momentos la parada de radiotaxis llega hasta la entrada de estacionamientos de edificios que se encuentran en la zona.
“Ya no hay el espacio que tenían antes y por eso invaden hasta el estacionamiento, incluso, se ve como las motos se suben a la acera”, dijo el portero de uno de los edificios más afectados.
A ello se suma, el caos vehicular en las horas pico por la falta de espacio.
En tanto, sobre las vías circundantes a la rotonda de Quintanilla se identificaron vehículos que estacionan frente a negocios comerciales.
Por otro lado, en la avenida Oquendo, a la altura de las Torres Soffer, hay vehículos que estacionan en doble fila, sobre todo, en horas pico. Asimismo, hacia el lado del colegio Don Bosco, la vía se congestiona durante la salida de escolares y los automóviles se estacionan en doble fila. En los tres puntos mencionados no existe ningún control.
Centro de la ciudad
En vías con presencia de comerciantes como la avenida San Martín y Aroma, vehículos de transporte público tienen la costumbre de tomar las calles como parada para que los pasajeros aborden.
SE ESTACIONAN “DONDE PUEDEN”
A pesar de la existencia de señalética que indica: “No estacionar” en las vías, los conductores ignoran ésta y parquean “donde pueden”.
Los vecinos se quejan, porque más de una vez se encuentran con vehículos estacionados en sus garajes y en otros casos en doble fila, sobre todo en zonas escolares. Ni tránsito ni el municipio realizan controles.