Llega fin de año y hay filas por todo lado, hasta para recoger el canastón
Llega fin de año y en Cochabamba se pueden ver filas casi a cada paso. En algunos casos son para los trámites de siempre: afiliación a un seguro de salud, papeles en Derechos Reales y pago de impuestos.
Pero ahora también hay colas para los canastones navideños o para el cobro de beneficios. La medida, tan común en nuestro medio, significa para muchos una pérdida de tiempo y dinero, sin embargo, tienen que aplicarla para lograr su objetivo.
Uno de los sitios donde más afluencia de personas hay por estos días es la Dirección de Recaudaciones de la Alcaldía Municipal de Cochabamba, en la plaza Colón, debido a que el plazo para el perdonazo vehicular y el pago de impuestos de inmuebles se amplió hasta el 31 de diciembre.
Para evitar que los contribuyentes demoren, la Alcaldía habilitó una unidad en la plazuela Colón para que los propietarios de vehículos e inmuebles puedan sacar un formulario con el extracto de su adeudo y acudir a pagar a cualquier banco autorizado, dijo Raúl Campos, un funcionario de atención al contribuyente de la Alcaldía.
“Salimos para promocionar el perdonazo, es normal que la gente venga en esta época del año, considerando que cobran aguinaldos y este año es doble, por eso salimos a la plazuela Colón para que ahí saquen su proforma y luego se vayan a pagar a cualquiera de los bancos autorizados”, declaró Campos.
Otra entidad estatal en la que se notó mayor afluencia de personas esta época es la Caja Nacional de Salud (CNS), en la avenida Ayacucho entre Santiváñez y General Achá, donde los asegurados tienen que hacer fila, incluso desde las tres de la mañana, si quieren acceder a una de las fichas que entregan los funcionarios. Caso contrario, se quedan sin atención médica a pesar de la gravedad de la dolencia que presenten.
“Tenemos que madrugar para que nos atiendan. llegué a las cinco y ya habían como 100 personas”, declaró Richard Barahona, uno de los asegurados de la Caja Nacional de Salud.
Continuó: “En algunos casos, no alcanzan las fichas y nos toca volver al día siguiente. Hice un tratamiento de tuberculosis y tengo que venir incluso en la temporada de invierno”.
Otro detalle que se notó en el seguro estatal es que la fila no hace diferencia entre adultos mayores, mujeres embarazadas, niños o personas con discapacidad; todos hacen la misma fila para ser atendidos.
La fila es sobre la avenida Ayacucho hasta las 6:00, luego el personal abre el recinto y comienza a distribuir las fichas de acuerdo a las necesidades de los asegurados.
Algunos retornan a sus hogares para volver en la hora indicada de la atención, pero la mayoría se queda hasta que llega su consulta.
Jubilados
Ayer, los maestros rurales jubilados también hicieron fila en su sede, ubicada en la calle Junín esquina Ecuador, desde muy temprano, pero esta vez no fue para hacer algún trámite o recibir atención médica; fue para recoger su canastón.
Muchos profesores jubilados llegaron entre las 8:00 y 9:00, pero no alcanzaron a recibir su canastón, por lo que tendrán que regresar el lunes y cambiar las fichas que les entregaron por los productos. Para muchos, vale la pena el esfuerzo por el beneficio de llevar algo a sus hogares para Navidad.
OPINIONES
"Siempre es así. Todos los días hay largas filas. Para llegar temprano, tenemos que venir en taxi y eso es un gasto extra". Richard Barahona. Asegurado CNS
"Hicimos la fila para recibir nuestros canastones. Hoy era el último día, pero cerca a las 10:00 no había productos". Virginia Ureña. Profesora jubilada
"Llegué a las 5:00 y atendieron a mi hijo a las 11:00. Entonces, después de recibir la ficha, tuve que volver a casa para retornar". Grover Vigabriel. Asegurado CNS
“ES SORPRENDENTE QUE MAYORES HAGAN FILA”
REDACCIÓN CENTRAL
En opinión de algunos transeúntes que ven casi con normalidad las filas en las instituciones, antes Cochabamba estaba considerada como una ciudad hospitalaria para la prestación se salud; pero ahora está convertida casi “en una ciudad de filas”.
Además, observan con preocupación que en las filas haya personas de la tercera edad o que llegan de las provincias. “Es sorprendente como la gente, principalmente las personas de la tercera edad, debe peregrinar por atención, principalmente en el tema de la salud. Mientras unos duermen, otros, los más necesitados, hacen largas filas para recibir atención médica”, dijo Wilson, un transeúnte.
En otros casos, como el hospital Viedma, la gente duerme fuera del centro para conseguir una ficha. La gente que viene de las provincias incluso se queda por días en la intemperie si tiene algún pariente internado en el servicio.