Tito Solari inicia una nueva etapa en Colombia tras más de 40 años de servicio en Bolivia
El monseñor Tito Solari, partió el fin de semana a tierras colombianas tras más de cuatro décadas de servicio en Bolivia. Solari es especialmente recordado por sus años de trabajo al mando de la Iglesia en la Llajta.
Tito Solari Capellari, arzobispo emérito de Cochabamba, llegó a Bogotá para colaborar en el aspecto formativo en la comunidad salesiana de aquel país, informó el medio de comunicación católico Infodecom.
Monseñor Óscar Aparicio, arzobispo de Cochabamba, dedicó su eucaristía dominical del pasado domingo a la labor de Solari, pidió ofrecer oraciones por su nueva labor y agradeció por el servicio durante todos estos años junto a las comunidades religiosas.
Tito Solari nació el 2 de septiembre de 1939 en Prato Carnico, una comunidad en el noroeste de Italia. Terminó los estudios de primaria y secundaria bajo la guía espiritual de los padres salesianos.
En 1955 inició su noviciado en la Congregación Salesiana en Albarè - Verona, ordenándose como sacerdote el 23 de diciembre de 1966, según indican fuentes bibliográficas.
El arzobispo emérito llegó a Bolivia en los años setenta. Fue superior de la comunidad salesiana en Bolivia, Obispo Auxiliar de Santa Cruz (1986) y Arzobispo de Cochabamba (1999 a 2014),
“Muchas gracias a él por su entrega, por su testimonio generoso que ha podido transmitirnos en este tiempo de su dedicación en nuestra iglesia”, manifestó Mercedes Álvarez, miembro de la comunidad misioneras Jesús Eterno Sacerdote, al canal Virgen de Copacabana.
“Le deseamos todo lo mejor en su nueva misión, nosotras estaremos cerca de él con nuestras oraciones”, añadió.
“Nos ha acompañado a esta arquidiócesis durante muchos años. Ha hecho crecer la amistad entre sacerdotes y catequistas Lo más grande que podemos recordar es que a este pueblo de Cochabamba, cuando más necesitaba ha orado y hecho la paz por todos los cochabambinos” dijo el padre Javier Ulunque, párroco de Morochata.
Hace cuatro años, Solari cumplió 40 años de misión en Bolivia. “Hace 40 años, en Italia, me preguntaron si estaba dispuesto a venir a Bolivia y yo dije inmediatamente que sí. No lo pensé. Esta respuesta era fruto de una decisión que había tomado 8 o 10 años antes, cuando buscaba el sentido de mi vida, qué era lo que me pedía Dios”, dijo en aquella oportunidad.