Personas en situación de calle se apoderan de más espacios públicos
Existen al menos unos cuatro puntos nuevos en las ciudad, entre veredas, plazas e incluso infraestructuras del municipio que fueron tomadas poco a poco por las personas en situación de calle. Los vecinos de estas zonas protestan y, pese a las reiteradas denuncias, sólo les queda esquivarlos para no toparse con los indigentes que en varias ocasiones también son inhaladores de clefa.
La Coronilla, la plazuela San Sebastián, la avenida Aroma y algunos puentes son los puntos ya conocidos y donde la gente sabe que debe tener cuidado.
Sin embargo, existen nuevos puntos que Los Tiempos recorrió y verificó de acuerdo a las denuncias de los vecinos: el lado este del mercado 25 de Mayo, la avenida Humboldt, la calle 16 de Julio casi Salamanca y también cerca del puente caído en la avenida 6 de Agosto.
Cartones usados como colchones, periódicos y bolsas son algunas de las pertenencias de estas personas, mismas que se encuentran esparcidas en algunas aceras de la ciudad. Algunos se dedican a limpiar parabrisas, venden curitas o dulces, pero otros simplemente piden dinero o algo para comer.
“Son personas también pues. Sí, duermen ahí alguna vez, pero ellos qué culpa tienen de estar en ese estado, también merecen respeto”, dijo una señora de la tercera edad que se dedica al reciclaje.
Ella contó que, de vez en cuando, les da comida y conversa amigablemente con ellos. “Algunas personas les tratan mal, a ellos sí a veces les quieren pegar, pero después son tranquilos”, contó mientras sacaba botellas de plástico de un contenedor de basura.
Pero no todas las personas opinan igual. Vecinos y transeúntes lamentaron que las personas en situación de calle se hayan salido de control, a tal extremo que se encuentran apostados en lugares céntricos de Cochabamba.
“Me da miedo pasar por esa acera. A veces están durmiendo, otras veces se están clefeando delante de todos. Éste es un mercado céntrico y le da mal aspecto”, dijo una persona que pasaba por el mercado 25 de Mayo.
Una oficina “abandonada” por la Alcaldía ahora se encuentra en poder de un grupo de inhaladores de clefa, que forzaron la puerta y ahora viven dentro, causando miedo en las personas que viven cerca y transitan por la zona del estadio.
“Esperamos que las autoridades tomen cartas en el asunto, nuestros hijos corren peligro”, solicitó un vecino de la zona, que además pidió a la Policía hacer patrullajes consecutivos para evitar que sigan delinquiendo.
TESTIMONIOS DE CALLE
“Los policías nos quitan dinero”
Tres jóvenes que trabajan limpiando parabrisas en una de las calles céntricas de la ciudad contaron que constantemente son maltratados por personal de la Policía.
“Vienen y nos los echan nuestra agua; de lo que ganamos, nos quitan 50 bolivianos. Otros no nos dejan limpiar parabrisas, siempre nos maltratan”, contó con temor uno de ellos.
Minutos antes de darnos la entrevista, un policía se acercó e intentó botarlos del lugar. “Tengo 15 años, me escapé del hogar en el que vivía, es mejor estar en la calle”, contó mientras se aferraba a su bote de clefa.
Policía requiere espacios para retener a “adictos”
El comandante departamental de la Policía, Raúl Grandy, al referirse a la situación en la que se encuentran las personas en situación de calle, y la apropiación de espacios públicos, señaló que de manera recurrente se hacen operativos en los municipios y las provincias, esto dentro de las labores de seguridad ciudadana.
“En una buena cantidad, estos ciudadanos, consumidores de alcohol y clefa incurren en delitos de robo y hurto, además de amedrentar a la población que se encuentra cerca de la zona donde grupos de personas en situación de calle se asentaron”, informó Grandy.
El jefe policial dijo que, como Policía, lo único que puede hacer es retirar a estas personas; esto de manera preventiva, ya que en el departamento no existe un lugar al que se los pueda llevar, no como detenidos, sino para que sean rehabilitados.
“Consideramos que con la colaboración de la empresa privada o el Estado se podría lograr que estas personas, una vez rehabilitadas, cuenten con un trabajo y sean útiles para la sociedad y ser reinsertados a la sociedad”, dijo.
Datos de 2018
En cuatro de siete municipios del eje metropolitano (Cercado, Colcapirhua, Quillacollo y Sacaba), existen alrededor de 1.200 personas en situación de calle en un rango de edad de 5 a 40 años.
“Ya son cuatro generaciones que se fueron desarrollando en las calles y no vemos que la Gobernación asuma acciones para poner un freno a esta situación”, manifestó el asambleísta departamental, Freddy Gonzales.