La tierra de las lagunas, urgida de recuperar sus espacios verdes
La antigua tierra de las lagunas (eso es lo que significa Cochabamba o Kochapampa en quechua), necesita recuperar sus principales espacios sociales y naturales para volver a ser una tierra diversa y abundante.
Ésa fue una de las conclusiones del conversatorio “Cochabamba habitable” que llevó adelante el periódico Los Tiempos el pasado 11 de septiembre con la participación de seis panelistas con experiencia en desarrollo urbano, medioambiente, patrimonio, agua y cultura ciudadana con el propósito de debatir sobre las condiciones que ofrece la ciudad a sus habitantes.
Una de las participantes y activista ambiental, Rocío Estremadoiro, recordó que “si algo ha marcado la identidad cochabambina ha sido la abundancia”, incluso más que la gastronomía.
Esa abundancia estaba ligada también al entorno natural y por eso se le decía y hasta se le cantaba “ciudad jardín”. En cambio, si hoy preguntamos cuánto ha quedado de ese vergel, es probable que la respuesta sea “muy poco”.
“Si tenemos que hablar de medioambiente, es grave. El primer problema es que hay un 2,5 por ciento de cobertura arbórea. Es terrible para la generosidad que ha tenido este valle”, recalcó.
El segundo problema ambiental es la contaminación del aire, que está relacionada con un parque automotor sumamente grande y un transporte público deficiente. También con los árboles, que “no son un adorno, sino que sirven para limpiar el aire”.
Cochabamba tenía nombre de pampa de lagunas, pero ya no tenemos agua ni lluvias por la deforestación. “Están arrasando con los árboles porque se nos ha metido en la cabeza que eso es sinónimo de progreso”, cuestionó.
El tercer problema ambiental es lo que sucede con el Parque Nacional Tunari, que “parece que tuvo la desgracia de tenernos como vecinos, porque permanentemente es avasallado, incendiado y loteado”.
“Además, todos los años, por estas épocas, es la misma historia: se quema porque sabemos que lo que menos importa es el área protegida con tal de que pueda volverse urbanizable”, lamentó. “Entonces estamos matando el pulmón de Cochabamba, luego no nos quejemos de la falta de lluvias, porque estamos matando a lo que genera lluvia”.
El cuarto problema es la contaminación y abandono de los ríos y lagunas, como el río Rocha, que “es la arteria principal”.
Recuperar espacios
La arquitecta Patricia Dueri plantea comenzar a trabajar en la recuperación de espacios, como la Coronilla, el mercado La Cancha, el río Rocha y la laguna Alalay.
Explicó que un proyecto de impacto público sería recuperar toda la colina e insertarla en la mancha urbana. También es urgente intervenir el entorno del Cristo de la Concordia para preservar la vegetación.
La recuperación del río Rocha con un plan adecuado es necesario para mantener este afluente, así como una normativa para evitar que se descarguen aguas residuales. La laguna Alalay es uno de los mayores retos por la crisis por la que atraviesa.
La mejora del mercado La Cancha también es urgente por su relevancia cultural, económica y la seguridad que tiene que dar a los que venden y a los que van a comprar.
MÁS DATOS
La gestión e inversión pública
Un factor que hace que Cochabamba sea cada vez menos habitable es que las gestiones públicas priorizan más cemento en detrimento de las áreas verdes y los árboles.
En tanto, una característica de los proyectos de inversión pública es que lo que menos contemplan es el tema ambiental. Por ejemplo, los árboles del río Rocha ya están marcados para el proyecto del tren metropolitano y aún no tienen licencia ambiental para la línea amarilla.
“Síntoma de qué es, de que lo que menos se toma en cuenta es el impacto ambiental de los proyectos de inversión pública, porque para quienes gestan esos proyectos lo único que representa progreso es el cemento, asfalto y grandes infraestructuras”, explicó la activista ambiental Rocío Estremadoiro.