El 92% de árboles que se repone por las talas para el tren sobrevive
El 92 por ciento de las plantas que se siembran para mitigar las talas, que se realizan con el fin de reactivar la vía férrea en la región metropolitana en las líneas roja y verde, sobrevive, según se informó ayer en el marco de una campaña de reforestación en la OTB Sivingani del proyecto #MiTren.
En la OTB Sivingani, al sur de la ciudad, ayer se plantó 300 árboles con lo que el proyecto de reforestación sumó 7.100 plantines en dos años en las dos líneas: la verde desde Sipe Sipe a la ciudad y la roja de la estación central de San Antonio a la av. Petrolera.
El responsable de Medio Ambiente de la Unidad Técnica del Tren del Ministerio de Obras Públicas, Daniel Vargas, informó que en dos años de construcción del tren ligero o tranvía metropolitano se taló 480 árboles en las dos líneas, 128 molles fueron trasplantados. Las últimas plantas taladas fueron dos palmeras centenarias que estaban en la avenida Sajama, por el cementerio, en la línea verde.
Los molles se reubicaron porque es una especie protegida por la Ley 1278 y que prohíbe la tala de esta especie porque “es símbolo de los valles bolivianos” , motivo por el que la empresa procede a trasplantarlos.
Por cada árbol talado sin importar la especie la empresa repone 10 de acuerdo al plan de mitigación de las licencias ambientales de ambas líneas. En base a éste, se debería plantar 10.078 especies.
Desde diciembre de 2017 se realiza campañas de reforestación en Sipe Sipe, Vinto, Colcapirhua, Quillacollo, Cercado y Sacaba. En total se plantó 7.100, el 70 por ciento de lo previsto.
Sin embargo, la idea es superar los 10 mil “con muchas ganas de contribuir al medio ambiente”, explicó.
Las especies que se plantan son tipa, jacarandá, molle y lluvia de oro. Explicó que estas especies nativas no sólo ayudan a recuperar el paisaje, sino a mejorar las condiciones del suelo aportando con nutrientes para la vegetación.
De los más de 7 mil plantines, el 92 por ciento logra sobrevivir y con el resto que no logra crecer ni mantenerse se hace un refallo o se vuelve a plantar, dijo Vargas.
“Si hay algún individuo que no ha podido sobrevivir por cualquier factor hacemos el cambio”, añadió.
Dijo que esta labor de los equipos de trabajo que se encargan del seguimiento y el riego de los plantines será por tres años hasta que se termine el proyecto.
“Después de eso esperamos que los árboles estén mucho más robustos y puedan sobrevivir solos con las lluvias y con el compromiso de los vecinos”, explicó. La línea amarilla aún no cuenta con licencia ambiental, pero ya se marcaron los árboles.
EL 90% DE MOLLES LOGRA PRENDERSE
Daniel Vargas informó que de los 128 molles trasplantados de la línea verde y roja, el 90 por ciento obtuvo un buen nivel de prendimiento.
“A veces nos encontramos con algunos que tardan en adaptarse a su nuevo lugar, sin embargo, se hace el seguimiento con un equipo de supervivencia de los molles”, explicó.