El Portocarrero será entregado luego de tres años de trabajos
Luego de tres años de trabajos, este mes la Alcaldía de Cochabamba entregará la unidad educativa Humberto Portocarrero, en la zona sur. Los más de 500 alumnos dejarán las aulas precarias de ladrillo y los patios de barro para acomodarse en las nuevas instalaciones.
El secretario de Infraestructura, Juan Terrazas, señaló que existe un 90 por ciento de avance de la obra y que sólo resta culminar algunos detalles en la pintura del colegio y poner en funcionamiento la foza séptica.
“El colegio se va a entregar el 31 de enero para que desde el 3 de febrero los estudiantes puedan pasar clases ahí, eso está garantizado”, dijo Terrazas.
Durante los tres años que duró la construcción del colegio, los padres de familia se organizaron para alquilar un lote baldío y construir las aulas para el nivel primario. Para secundaria, los escolares adaptaron las aulas viejas de la misma unidad.
Además, pagaban 15 bolivianos por familia para solventar el alquiler, el pago de la energía eléctrica y el agua, con tal de que sus hijos pasen clases y no se perjudiquen, explicó el dirigente de la junta escolar, Omar Velasco.
Sin embargo, el dirigente lamenta que la empresa constructora haya puesto como excusa el conflicto poselectoral del año pasado para lograr ampliar su contrato un mes más “porque tenía que entregar el colegio el 4 de enero”, explicó.
Durante los tres años de trabajos, los padres de familia bloquearon más de 10 oportunidades la avenida Petrolera como señal de protesta por la demora en la obra.
APUNTE
Obra costó más de Bs 19 millones
La ampliación del colegio Humberto Portocarrero costó al municipio de Cochabamba más de 19 millones de bolivianos, según el primer contrato que hizo la Alcaldía con la empresa Americana de Construcciones de Santa Cruz (Ameco).
Sin embargo, ante el incumplimiento de la empresa constructora, la Alcaldía rescindió el contrato y volvió a licitar la obra de manera directa a la empresa constructora Cochabamba S.A. (Eccsa) por 6,7 millones de bolivianos.
Escolares dejarán aulas improvisa
Durante tres años, más de 500 estudiantes del colegio Humberto Portocarrero pasaron clases en aulas construidas precariamente por los padres de familia, en un terreno alquilado. Durante la temporada de lluvias, estos ambientes eran fríos y tenían mucho barro porque el piso era de tierra.
Además, de las seis aulas construidas para el nivel primario, sólo dos tenían iluminación. Otras dos eran usadas como sala de reuniones de los profesores, un curso era para el nivel inicial y otro para preinicial, recuerda el dirigente de la junta escolar, Omar Velasco.
“Ya no vamos a pagar alquiler ni peregrinar para tener mejores condiciones. Durante todo este tiempo que demoró la construcción, los estudiantes no tenían espacio para recreo ni pasaban educación física. Tampoco tenían espacio para izar la bandera”, dijo.
Las tres últimas promociones del Portocarrero pasaron clases en esas precarias condiciones.das y el barro