Obras de dos líneas del tren están paralizadas; la amarilla, en vilo
Los trabajos en dos de las tres líneas del tranvía metropolitano, la roja y verde, están paralizados desde hace seis meses, salvo algunas intervenciones en sectores puntuales, debido a la millonaria deuda que la Asociación Tunari tiene con los subcontratistas y la mora que tiene el Gobierno con el proyecto.
El contrato entre el Ministerio de Obras Públicas y Tunari se firmó en 2017 por 3.112 millones de bolivianos. La firma dice que invirtió 2.000 millones en las obras y 12 tranvías, pero el Gobierno le debe 300 millones. Aún queda un presupuesto de 1.300 millones para los trabajos que faltan, entre ellos la línea amarilla.
Después de las protestas de los subcontratistas, Tunari se comprometió a cancelar la deuda el 22 de febrero para retomar los trabajos, pues el plazo para la entrega es agosto de 2020.
Entre diciembre de 2019 y enero 2020, varias empresas subcontratadas denunciaron que Tunari les adeudaba 350 millones de bolivianos.
Tunari está conformada por Joca e Intervías, de España, y Molinari, de Suiza. El proyecto de 42 kilómetros se ejecuta con un presupuesto de 447 millones de dólares, bajo la modalidad llave en mano y se adjudicó en 26 días en la gestión del exministro de Obras Públicas Milton Claros.
El gerente de Tunari, Domingo García, explicó que el Ministerio de Obras Públicas pagó la última boleta en agosto de 2019, por lo que el Gobierno tiene una mora de cinco meses y se refleja en la falta de personal en las obras, “porque las subcontratadas se cansaron de esperar”.
Además, se investiga la denuncia que hizo el asambleísta departamental Freddy Gonzales contra el excoordinador de la Unidad Técnica de Ferrocarriles (UTF) Ariel Torrico, por la subcontratación de empresas vinculadas con su hermano para construir tres subestaciones.
Estado
La línea roja es la más avanzada, con 64 por ciento. Le sigue la verde, con 65. La que menos avance tiene es la amarilla: 24 por ciento. (Ver infografía).
En la línea verde, que va desde la estación central de San Antonio hasta Suticollo, existen tramos que están sin concluir. La vía férrea en Suticollo termina 300 metros antes de la posible parada final. El gerente de la AAT señala que la empresa está a la espera de que el Ministerio defina si se construirá en la antigua estación o en otro espacio cercano al lugar antes señalado.
En el río Viloma, la vía termina 100 metros antes del puente. En los apeaderos se nota el abandono y la preocupación de los vecinos crece por el retraso.
El presidente de la OTB Suticollo, Javier Antezana, cuestionó la falta de personal y que no se avance con la subestación.
En la línea roja, que conecta el centro de la cuidad con la av. Petrolera en el sur, la vía tiene el mayor porcentaje de avance. Pero la empresa no Tunari no construyó las obras complementarias en los apeaderos, como rampas de acceso para las personas con discapacidad. Además, faltan los desagües pluviales y la señalización en los cruces.
La línea amarilla, la única urbana que va de la zona del aeropuerto a la Muyurina y Chiñata, está en “punto muerto” por desacuerdo en su diseño. A la fecha no hay un trazo definido y el avance es de 24 por ciento.
La empresa no comenzó con los trabajos en Sacaba “porque no cuenta con la licencia ambiental”, explicó García.
APUNTE
Tunari ya invirtió el 65% de presupuesto
La Asociación Accidental Tunari (AAT) invirtió 2.000 millones de bolivianos en el porcentaje actual de avance que tiene la obra. La cifra representa el 65 por ciento del monto total de inversión (3.112 millones de bolivianos).
El gerente de Tunari, Domingo García, explicó que el Ministerio de Obras Públicas pagó sólo 1,4 millones de bolivianos y el saldo en boletas de pago que tiene es de Bs 300 millones, sin considerar el adelanto de Bs 300 millones.
Además, García explicó que, al margen de las boletas de pago, el Ministerio tiene pendiente pagar Bs 1.300 millones para liquidar el monto total del contrato, el mayor porcentaje se irá en la línea amarilla.