Llegan más afectados a refugio, pero ayuda se reduce en Tiquipaya
Desde que el aluvión volvió a golpear por segunda vez a Tiquipaya, el 21 de febrero, las familias no han dejado de llegar al refugio Libertad. La afluencia también aumentó porque el hotel que alojaba a una parte de los afectados se cerró. Sin embargo, la ayuda ha disminuido al punto que no hay canela para el desayuno ni víveres para el almuerzo.
Lo poco que las personas donan y que el municipio adquirió apenas alcanzó ayer para una sopa de verduras.
En tanto, los niños que se quedan en el centro infantil de emergencia que abrió Aldeas SOS, mientras sus padres van a rescatar sus pertenencias en medio del barro que invadió sus casas, necesitan de un refrigerio.
El refugio comenzó con 270 familias, luego llegó a 300 y recibirá a las 70 del hotel.
En el almuerzo prepara 300 raciones, pero en la cena necesita hacer hasta 420, porque mucha gente que en el día limpia sus casas acude al lugar a pasar la noche, informó la responsable del albergue y trabajadora de la Alcaldía de Tiquipaya, Edith Aguilar.
Otra funcionaria que ayuda en la cocina, Sol María, contó que, a diferencia del anterior desastre, ahora hay menos ayuda. “Ya no sabemos de dónde sacar alimentos para el almuerzo, con decir que no teníamos ni canela para el desayuno”, lamentó.
Se estima que el desborde del río Taquiña que provocó más daños que en 2018, cuando otro deslave del Tunari se llevó cinco vidas y destruyó 120 casas, ha dejado inhabitables 70 infraestructuras, 124 familias afectadas y 64 damnificadas en 28 hectáreas, reportó el asesor de la Gobernación, Roberto Mamani.
Los niños que en un segundo se quedaron sin casa pasan el tiempo en el patio y otros, en el jardín infantil. Y cada día llegan más al refugio.
“Hemos empezado con 24 niños y ahora tenemos 40, entonces, yo creo que va a durar unos 20 días más hasta que sus familias se estabilicen y estén a buen resguardo”, expresó la responsable del centro abierto por Aldeas Infantiles SOS, Jenny Berzaín.
Los vecinos que se han quedado para tratar de rescatar lo poco que queda en medio de un barro también pasan hambre. Lidia Cruz vive en Molle Molle desde hace 38 años y ha sobrevivido a dos aluviones. Ella contó que estaba decidida a morir en su casa el día del desastre, pero ahora piensa en el plan de reubicación.
Ayer fue una de las decenas de personas que se aglomeró en la camioneta del SAR-Bolivia que llevó arroz, aceite, sardina y agua para los afectados.
“Todo lo que era la cocina se destruyó. Dónde voy a cocinar, por lo menos acumularé. Mañana más vendrán y luego se olvidarán”, presagió.
Solidaridad
“Si la gente quiere ayudar, que venga, que lo haga de corazón; (…) no ha saquear, hay muchos que están aprovechando”, pidió César, un camarógrafo y voluntario que ayer ayudó a preparar los alimentos para los soldados, bomberos y rescatistas.
Contó que junto a 15 vecinos de Las Cuadras se trasladaron a ayudar. Primero, colaboraron con la limpieza.
Las personas pueden enviar sus donativos a los grupos como el SAR Bolivia, a la Gobernación y al punto de acopio en la av. Circunvalación, cerca del puente.
Operativo
El ministro de Defensa, Luis Fernando López, informó que hace un monitoreo de la cuenca Taquiña, en la parte alta de los taludes activos, para prevenir un nuevo aluvión.
“Se hacen trabajos con drones con la Escuela Militar de Ingeniería y con geólogos voluntarios para hacer por cortes con capas para tratar de dimensionar cuánta mazamorra estaría bajando”, dijo. (Ver infografía)
Con el fin de liberar el puente Chapisirca en la av. Circunvalación, ayer se fragmentaron dos rocas enormes con explosiones controladas.
El ministro de Obras Públicas, Iván Arias, ponderó las tareas de prevención. “Los trabajos se han puesto a prueba con la última lluvia, porque nos llegaba el reporte que el agua había subido y teníamos miedo que sea mazamorra; en realidad, llegó agua y los trabajos de ahondamiento han dado resultado”, explicó.
Alcaldía rebasada
El alcalde de Tiquipaya, Juan Carlos Angulo, informó que 150 funcionarios trabajan en con los afectados. “Estamos coordinando con la Gobernación, porque la emergencia ya ha sobrepasado nuestra capacidad”, dijo.
Sobre las construcciones que invadieron la franja de seguridad del río Taquiña, pidió que se revise el rol del Instituto Nacional de Reforma Agraria (INRA) y el Servicio Nacional de Áreas Protegidas. Dijo que las casas cercanas al río datan del 90 y “el INRA y Sernap están a cargo de la cota y tienen responsabilidad”.
DECLARAN EMERGENCIA POR ALUVIÓN EN TIQUIPAYA
REDACCIÓN CENTRAL
La Gobernación dispondrá de recursos económicos para apoyar a las familias afectadas por el desastre en Tiquipaya tras que la Asamblea Legislativa Departamental aprobó la declaratoria de emergencia.
Con esta disposición, la Gobernación podrá transferir recursos de otras partidas presupuestarias para la asistencia humanitaria y los trabajos de emergencia en la cuenca del río Taquiña, informó ayer la gobernadora Esther Soria.
Aunque la medida se aprobó luego del largo feriado de Carnaval, permitirá destinar fondos para asistir a las 300 familias perjudicadas, que piden su reubicación.
Defensa
El ministro de Defensa, Luis Fernando López, remarcó que una vez que las instancias subnacionales son rebasadas por el desastre y declaran emergencia, interviene el Gobierno.
“Pero eso no significa que no se estén haciendo las evaluaciones técnicas, no es que estemos esperando que declaren emergencia, pero por el tema de norma para que podamos generar los recursos es que necesitamos que eso ocurra”, declaró.
TESTIMONIOS SOBRE LA ASISTENCIA EN TIQUIPAYA
"No he salvado nada, ayer no hemos almorzado nada, dónde vamos a ir a comer. Todo lo que era la cocina se destruyó. No podemos cocinar. Dónde voy a cocinar, por lo menos acumularé (donativos). Mañana más vendrán, luego se olvidarán". Lidia Cruz. Vecina Molle Molle.
"Las familias están emocionalmente destrozadas, muchas tenían carpinterías, textileras. Ha sido bien frustrante para todos, para los niños". "Univalle y una familia nos están ayudando con una olla común". Edith Aguilar. Funcionaria.
"Hay historias desgarradoras de niños que dicen que el río se entró a su casa y la partió". "Necesitamos todo con lo que la población nos pueda ayudar: pañales, fruta, cereal, material de escritorio, juguetes, para los refrigerios". Jenny Berzaín. Aldeas SOS.
"Para nosotros lo más importante es salvar vidas y pedimos que tomen en cuenta eso. El trabajo preventivo (alerta) ayudó a que el desastre no sea mayor, que se lamenten pérdidas humanas. Es una lección aprendida". Ismael Vilca. Comdte. Bomberos La Paz.