Niños con Covid-19 lucharon contra la enfermedad, rechazo y prejuicios
Tristeza, desesperación y miedo son algunos de los sentimientos que embargaron a 12 niños de una familia de Quillacollo que batallaron contra la pandemia de Covid-19. Nueve se contagiaron con el virus y tres se quedaron solos mientras su madre se recuperaba de la enfermedad.
El contagio sirvió para reflejar lo peor y lo mejor de la sociedad: el estigma y la solidaridad.
Rocío, nombre ficticio, es madre de una de las niñas que venció al virus y relató a Los Tiempos que el calvario para ella y sus cuatro hijos comenzó el pasado 16 de abril, cuando se confirmó que una de sus hermanas portaba el virus.
Afirmó que lo primero que hizo fue aislar a sus hijos, porque toda la familia tomó contacto con la tía enferma. Se desconoce cómo se contagió.
A partir de ese momento, su vida y la de sus hijos se convirtió en una odisea marcada por amenazas e intimidación. Algunos vecinos incluso fotografiaron a los niños y se negaron a venderles hasta un pan.
“Los niños no presentaron complicaciones de salud, debe ser porque se detectó a tiempo el contagio. Ellos no han recibido medicamentos ni sueros, eran asintomáticos. Sólo a mi niña y a uno de mis sobrinos les dieron una tableta durante la internación”, dijo.
La madre comentó que el apoyo moral de los pediatras y de las enfermeras del hospital Solomon Klein, de Sacaba, fue fundamental para la recuperación, porque en varios momentos quiso abandonar el nosocomio para volver a lado de sus hijos para cuidarlos y protegerlos.
“El tratamiento básicamente consistía en una alimentación con abundante cantidad de verduras. Eso sí, nos tomaron constantemente la temperatura, nos preguntaban si nos dolía algo, nos medían la temperatura y el pulso. Así hemos estado como 18 días”, dijo.
Agradeció al alcalde suplente Héctor Montaño por colaborar en la alimentación para sus hijos cuando fue internada.
Internados
Pero ¿cómo fue la convivencia de los niños en el establecimiento de salud? Rocío asegura que el trato cordial y la calidez les devolvieron la tranquilidad porque llegaron tensos al lugar, porque aún no comprendían los motivos del confinamiento y les había afectado ver a otros familiares con dificultades respiratorias.
“Recuerdo que le dije a mi hija que tenía que alistar sus cosas para ir con sus primos. Es difícil explicarles que tienen que internarse porque están enfermos. No sabía cómo decirles a mis otros niños que salieron negativo que tenía que irme”, subrayó.
Los niños cumplieron el aislamiento en el área de pediatría, donde se habilitaron dos ambientes, cada uno con cuatro camas para que cumplan con el aislamiento.
El director del hospital Solomon Klein, Grover León, mencionó que los profesionales se encariñaron con los pacientes y lograron ganarse su confianza.
Mencionó que los primeros días que permanecieron en el nosocomio, se apoyaban en la pared para comunicarse con gritos, pero, a medida que pasaron los días, comenzaron a realizar videollamadas con los celulares de las enfermeras.
“Se prestaban el celular del personal para saber cómo estaban. Eran primos y se notaba que estaban muy unidos”, aseveró.
Pandemia
Además de los 12 niños que enfermaron con Covid-19 en Quillacollo, se estima que hay una decena más, incluyendo a adolescentes en el departamento. Hasta el 21 de mayo se tenían reportados 259 pacientes detectados oficialmente, con 18 nuevas notificaciones.
La enfermedad ya afecta a 22 de 48 municipios del departamento. En Quillacollo se tienen 26 casos detectados y 15 recuperados, 12 son niños.
En tanto, la ciudad concentra la mayoría de casos con 81 detectados. Luego, está Sacaba con 54 y Sipe Sipe con 16.
8 niños fueron dados alta el 12 marzo en medio de aplausos y lágrimas tras vencer la Covid-19.
CON PADRES POSITIVOS SON VULNERABLES
El secretario de Desarrollo Humano de la Alcaldía, Álvaro Fernández, indicó que los vecinos complicaron la asistencia a niños que se quedaron solos.
“Hay personas que incluso querían quemar la casas. Tuvimos que pedir la intervención de la Policía y advertir con acciones legales porque vulneraban sus derechos”, expresó.
En una oportunidad, lo agredieron por llevar comida a los niños, pero destacó el desprendimiento de algunos “buenos vecinos”.
“Tuvimos que identificar un líder entre los niños para que nos diga qué es lo que necesitaban. Hemos trabajado con una psicóloga y una nutricionista”, agregó.
PSICÓLOGOS: PENSAMIENTOS NEGATIVOS GENERAN RECHAZO
REDACCIÓN CENTRAL
El presidente del Colegio de Psicólogos en Cochabamba, Sandro Pérez, indicó que las agresiones a pacientes con Covid-19 y profesionales en salud que están combatiendo la enfermedad se debe a una parte la población asocia el virus con la muerte y el contagio.
“El estigma social contra las personas infectadas es por temor, por desconocimiento y la proliferación de noticias falsas en las redes sociales. Esto lleva a la gente a tener pensamientos catastróficos en los que se cree que con sólo tocar a una persona se pueden contagiar”, señaló.
Afirmó que en casos que involucra a niños es más complejo, porque los padres, con los comportamientos que asumen frente a la enfermedad, pueden generar incluso traumas, por lo que es importante la aplicación de un protocolo.
“Se tiene que hacer un acompañamiento terapéutico porque la Covid-19 es enfrentarse a la muerte. Vencer al virus es un gran logro, se debe concientizar a la población para no afectar los vínculos en la familia”, explicó.
El miedo a la letalidad y al contagio de la enfermedad ha llevado a varios familiares a rechazar la tutela de niños con padres con Covid-19. En Quillacollo y Sipe Sipe, la situación obligó a las alcaldías a trabajar una guía para solucionar el problema.