Cementerio programa cremaciones cada dos días pese a un nuevo horno
Tras la instalación de un segundo horno en el Cementerio General, las cremaciones se programan cada dos días y las funerarias deben esperar como máximo este tiempo para llevar los cuerpos. Sin embargo, consideran que “es razonable” en relación a lo sucedido hace un mes.
La primera semana de julio, las funerarias se declararon en emergencia al registrar unos 40 cuerpos que permanecían en domicilios a la espera de su cremación, la mayoría víctimas de Covid-19. Se debió a las programaciones de cada tres días, pero por la alta demanda y la existencia de un solo horno debían esperar hasta seis días para su turno.
Motivo por el que la Alcaldía procedió a acelerar la instalación de un segundo horno a tres meses de que el Concejo Municipal le haya instruido comprar un nuevo crematorio por la pandemia y haya aprobado un presupuesto de 2,2 millones de bolivianos.
Hace una semana, el nuevo crematorio inició sus funciones y se duplicó la capacidad del servicio en el cementerio. “Estamos cremando casi por día entre 10 a 12 cuerpos, antes cremábamos sólo cinco en un horno”, informó el administrador del cementerio, Benedicto Gonzales.
Explicó que, si bien el nuevo horno tiene una mayor capacidad, los trabajadores no pueden hacer doble turno de noche y sólo trabajan hasta las 19:00. Pero “se cubre la demanda, no tenemos mucha cantidad en espera porque ha reducido un poco la cantidad de personas que están falleciendo”, dijo.
El antiguo horno tiene una capacidad de hasta cinco cuerpos al día.
Durante la emergencia declarada por las funerarias, en el cementerio recibían a diario hasta 15 solicitudes de cremaciones por Covid-19 confirmado o sospecha. Ahora reciben de ocho a 10 y las programan cada dos días.
“Se ha mejorado el servicio, estamos dentro lo razonable, esperamos de un día para otro y a más tardar se hace esperar un día más, pero en relación a antes ésta es una mejor situación”, manifestó Rayi Mitre, parte del comité de emergencias de las funerarias.
Acotó que la reducción en la demanda del servicio se debe también a que “ya no estamos en el pico más alto” de contagios y muertes por Covid-19, como se vivió hace un mes. Según datos del Servicio Departamental de Salud (Sedes), en el municipio de Cochabamba durante la primera semana de agosto, se registraron en promedio nueve fallecidos por día.
Además, “los municipios se están haciendo responsables de sus muertes” porque antes todas las cremaciones se estaban concentrando en el cementerio, dijo.
Los entierros en fosas individuales para muertes con sospecha de Covid-19 o “en estudio” también disminuyeron pese a alertarse de un posible colapso de este servicio. Actualmente el cementerio tiene espacio para 70 entierros en fosas.
“Se cavaron alrededor de 240, pero muy poca gente está solicitando, ya no quieren enterrar”, acotó el administrador.
Sacaba
En el municipio de Sacaba, que también cuenta con un horno crematorio en el cementerio de su jurisdicción, se cremaron más de 250 cuerpos en cuatro meses desde que inició la pandemia, informó ayer el director de Recaudaciones de la Alcaldía, Gualberto Chávez.
“Hemos cremado entre marzo hasta la fecha más de 250 difuntos, de los cuales 230 han sido sospechosos o con Covid-19 y tenemos 22 cremados de forma gratuita”, indicó.
Acotó que por ley municipal, “los sacabeños que fallezcan por Covid-19 se creman de forma gratuita”. Además, “no hemos quedado indiferentes con los difuntos de otros municipios”, acotó.