Comercio y construcciones ponen en riesgo árboles en Los Cantaritos
La expansión de la mancha urbana y el crecimiento caótico del comercio ponen en riesgo el patrimonio natural de Los Cantaritos en la OTB Colquiri Sur, uno de los barrios más grandes del norte de la ciudad de Cochabamba.
Con el fin de ganar espacio en las aceras para exhibir sus mercancías en las tiendas recién abiertas, comerciantes y dueños de casa mutilaron varios árboles. El atentado ambiental vulnera, además, la Ley del Arbolado 235/2017. La misma sanciona a los responsables de podas ilegales.
La disputa por ocupar el espacio público afectó a un molle de 150 años, considerado “patrimonio de la ciudad”, que fue marcado con el “anillo de la muerte”.
El daño revela que el lugar está convirtiéndose en una zona comercial, según Víctor Mendoza, quien dijo que el molle fue testigo de la transformación de la OTB.
Contó que la especie es un legado de los periodistas José Medrano y Alfredo Medrano, quienes escribían artículos ambientales para Los Tiempos luego de reflexionar sobre el tema debajo de la sombra del imponente árbol, cuyas ramas y tallo se están recuperando de las “heridas” ocasionadas con motosierra.
“Esta calle era un bosque de eucaliptos y molles, estaba llena de árboles. Había una acequia por donde bajaba el agua del río Taquiña para regar los sembradíos de maíz. Don José cuidaba con mucho cariño ese árbol, no dejaba que nadie lo dañe”, aseveró.
Don Víctor, quien vive más de 70 años en el lugar, comentó que el paisaje natural desaparece y los comerciantes amenazan la supervivencia de otras especies que se encuentran en calles adyacentes de la avenida Simón López.
Por su parte, el presidente de la OTB, Luis Patiño, señaló que se solicitó apoyo a la Intendencia para poner orden y obligar a los vendedores a respetar las aceras, pero sin éxito.
“Hay desorden, hemos pedido con notas que nos den guardias municipales para que hagan el control los días de feria, jueves y domingo. Mandaron una vez y después han desaparecido”, subrayó.
Colquiri Sur cuenta con más de 2 mil familias y está en el Distrito 3. El dirigente remarcó que se gestionó la construcción del mercado modelo 10 de Febrero para ordenar el comercio, pero no pudo concretarse por el rechazo de los comerciantes.
“Con la pandemia peor se han asentado los comerciantes no sólo se trata de personas que alquilan tiendas, son vecinos que por necesidad han tenido que salir a vender”, explicó.
En un recorrido por el sector se constató que los vecinos dejaron de dañar árboles, después de la intervención de la Dirección de Medio Ambiente de la Alcaldía.
Si bien es cierto que hacen poco por resguardar algunas vías con los árboles, paradójicamente varias personas que viven por la zona afectada reclamaron por la falta de un área verde e indicaron que el único espacio que disponen para descansar es la plazuela San Francisco de Asís, donde hay media docena de molles.
Patiño añadió que otro problema es la inseguridad y cuestionó la falta patrullajes preventivos; por lo que, el vecindario prevé comprar servicios a una empresa particular para reforzar la vigilancia.
INFRACTORES DEBEN SUBSANAR DAÑO A ESPECIES Y PAGAR MULTA A LA ALCALDÍA
REDACCIóN CENTRAL
El director de Medio Ambiente de la Alcaldía, Elvis Gutiérrez, ratificó que la Ley del Arbolado no sólo sanciona con multas a las personas que talen o poden de forma ilegal árboles, sino que los obliga a subsanar el daño ambiental que ocasionaron.
Detalló que en el caso de las especies afectadas en la OTB Colquiri Sur los propietarios de dos inmuebles tienen que acompañar la recuperación del molle y otros árboles.
“Hay tres arboles perforados con taladro, daño por el que se pagará una multa de 3.200 bolivianos y se le recomendó que tome un técnico para curarlos. En el caso del molle se está tratando de remediar el daño ocasionado por la familia”, enfatizó.
Informó que en la intervención en la OTB, más conocida como la zona de Los Cantaritos, como Alcaldía plantaron 32 especies en aceras y comprometieron a lo vecinos a cuidarlos.
“Hemos notificado y socializado que la Ley del Arbolado está vigente. Los comerciantes deben respetar la acera, si bien han alquilado una tienda el espacio que deben ocupar es para adentro, no en la calle”, aseguró.
Gutiérrez acotó que la norma permitió colocar 35 mil árboles en las torrenteras y señaló que además se envió a Planificación una circular para que el personal de la Alcaldía realice el levantamiento topográfico real de cuál será el impacto ambiental de cada proyecto.
Concluyó adelantando que el trámite para declarar patrimonio de la ciudad al molle de 150 años está en curso y se elabora una ficha técnica para remitirla al Concejo.