Huella urbana y Covid-19 amenazan la vocación turística de Pairumani
La pandemia de Covid-19, el crecimiento de la mancha urbana y una fuerte granizada impactaron en el turismo y la economía de Pairumani, en Vinto, donde al menos 560 familias de la OTB Iscaypata-Pairumani aún sufren las consecuencias.
A un año del cierre del Parque Ecoturístico Pairumani por las restricciones de la crisis sanitaria, los pobladores buscan alternativas para atraer visitantes aprovechando el potencial productivo y la riqueza natural. En tanto, los ambientalistas denuncian el aumento de construcciones clandestinas en esta área protegida.
Sin embargo, el presidente de la comunidad, Arturo Balderrama, negó la existencia de edificaciones irregulares y aseveró que las tierras no son comercializadas a personas externas a la OTB, pero reconoció que las construcciones aumentaron por el crecimiento de la población.
“La mayoría de la gente no se anima a vender porque tenemos agua, caminos asfaltados y todos los servicios básicos. Evidentemente, las construcciones han aumentado porque cada vez son más los padres que heredan a sus hijos un espacio donde puedan vivir”, mencionó.
En un recorrido, se constató que existe más de una treintena de locales, restaurantes y tiendas que operan a menos del 50 por ciento de su capacidad para atender a los pocos turistas que se trasladan a la zona, ubicada en el Parque Nacional Tunari.
Varios negocios decidieron cambiar de rubro y los productores incursionan en la venta de plantas ornamentales para sobrevivir.
La afluencia de visitantes se redujo hasta en un 90 por ciento, porque el parque permanece cerrado, según comunarios. Para los que llegan, se ofrece una variedad de productos y servicios para recorrer sus bosquecillos de ceibos, eucaliptos y aguas cristalinas.
Los habitantes reconocen que la susceptibilidad y el temor a contagiarse los motivaron a acatar una cuarentena rígida de casi medio año, pero la poca venta de flores, verduras y el cierre del parque aceleró la reapertura gradual del parque.
Balderrama contó que la OTB fue la primera en contar con un túnel de desinfección e instalar un centro de aislamiento para enfermos con Covid-19.
Cuestionó la falta de apoyo de la Alcaldía y añadió que la comunidad se hace cargo del mantenimiento de sus áreas verdes, una cancha y de otras mejoras con aportes mensuales de 5 bolivianos y multas.
Ante la ausencia de propuestas para fortalecer la economía local, los pobladores intentan impulsar el turismo a través de la elaboración de videos que muestren los atractivos naturales.
La iniciativa apunta a mejorar los ingresos de los habitantes y hacer conocer sus problemas a las autoridades departamentales y municipales a través de redes sociales.
Maxwell Guzmán, un poblador aficionado a la fotografía y la producción audiovisual, creó la página Pairumani-Cochabamba en Facebook para exteriorizar las preocupaciones y realidad de los comunarios.
En tanto, el responsable de la Unidad de Gestión de Riesgos de la Alcaldía, Patricio Portillo, adelantó que se ayudará a los productores de flores y verduras.
PREVÉN REAPERTURA DEL PARQUE EN ABRIL
El administrador de la Fundación Simón I Patiño, Hugo Maldonado, informó que se trabaja en un protocolo para la reapertura del área de protección con un aforo de 20 familias. Acotó que se prevé abrir hasta abril el Parque Ecoturístico Pairumani.
Señaló que se retrasó la apertura porque un trabajador que desempeñaba labores en el sector falleció a causa de la Covid-19, por lo que se resolvió esperar a que los contagios continúen descendiendo.
El parque se encuentra cerrado al público desde el 12 de marzo de 2020; pese a ello, decenas de turistas suben al sitio para acampar en los alrededores.