Proponen que nuevo trazo de la línea amarilla del tren vaya por la jardinera
El nuevo plan para la línea amarilla del tren o tranvía metropolitano propone ir por la jardinera de la avenida Juana Azurduy de Padilla y ya no por el río Rocha. En algunos sectores utilizaría la calzada, informó ayer el coordinador de la Unidad Técnica de Ferrocarriles (UTF) del Ministerio de Obras Públicas, Gonzalo Pally.
El trazo iniciará en la avenida Sajama casi río Rocha, zona del aeropuerto, para ir hacia el puente de Quillacollo por la jardinera que está entre el río y la avenida Azurduy.
A partir del puente Quillacollo para continuar por la avenida Costanera se proponen tres opciones para llegar hasta la zona de El Castillo, sin generar perjuicios y sin invadir el cauce del río Rocha, pero estas alternativas serán puestas en consideración de las nuevas autoridades de Cochabamba que asumirán el 3 de mayo.
“Tenemos tres alternativas que estamos trabajando en las mesas técnicas. En la siguiente reunión vamos a definir cuál será la mejor alternativa y será la que más consensos tenga”, dijo Pally.
Añadió: “Nosotros queremos coordinar con ellos sobre todo para consensuar en los lugares más conflictivos”.
Inspección
Técnicos de la UTF junto con miembros del Colegio de Ingenieros Ambientales inspeccionaron la anterior semana la línea amarilla; sin embargo, los ingenieros ambientales aún no se pronunciaron.
Una de las integrantes de la comisión que inspeccionó el tramo, Laura Pinedo, señaló que el Colegio de Ingenieros Ambientales hará conocer esta semana un pronunciamiento sobre el tema.
La responsable de la línea amarilla en la UTF, Janneth Llanque, señaló que en las intersecciones de los primeros dos puentes, Quillacollo y Huayna Kapac, está previsto construir pasos a desnivel para no perjudicar el ancho de vía de la av. Juana Azurduy.
Las otras intersecciones por los otros cinco puentes, Cobija, Cala Cala, Recoleta, Quintanilla y Muyurina, estarán sujetas a evaluaciones una vez se defina el tramo desde el puente Quillacollo hasta Sacaba.
“Estamos analizando cuatro puntos: ambiental, social, estructural y económica. En función a eso vamos a elegir la que genere menos impacto”, explicó.
La línea amarilla es la que menos avance tiene. En cuatro años desde el inicio de la obra alcanzó el 25 por ciento, dos kilómetros. En tanto, la Roja, vía de 5 kilómetros, es la que mayor avance registra, un 90 por ciento, y la verde de 27 kilómetros tiene un 70 por ciento de ejecución.
El proyecto debía entregarse en agosto de 2020, pero por la pandemia y falta de liquidez se demoró.