Tras los despidos por la pandemia, repuntó el “autoempleo” precario
Antes de la pandemia, Marcela trabajaba en una empresa, pero ésta quebró por la crisis sanitaria y todo el personal fue despedido. Ese 2020, estuvo sin una fuente laboral hasta que invirtió sus ahorros en comprar barbijos al por mayor y ofrecerlos en las calles.
Ahora tiene un pequeño carro en el que sale a vender, además de cubrebocas, mascarillas y alcohol en gel.
“Era lo único que se me ocurría hacer, no sabía qué más. Tenía que generar algo para comer, para mis hijos, para vivir. Todavía es rentable este negocio, más adelante veré qué cosas más ofrecer a los clientes”, contó.
Una historia similar ocurrió con Gregorio, que trabajaba de mensajero y fue despedido. Aún tenía su motocicleta y la adaptó para realizar entregas a domicilio. Al principio era independiente y solía ofrecer servicio a sus familiares; ahora, forma parte de un sindicato de delíveris.
Como ellos, hay cientos que, tras quedarse sin empleo por la crisis económica de la pandemia, tuvieron que gestionar un “autoempleo”. En algunos casos, aún generan recursos para subsistir, pero en otros aún les cuesta establecerse.
Tal es el caso de Alejando, un ciudadano que vendía pollos a la broaster en una tienda de la avenida Panamericana. La coyuntura lo obligó a ofrecer almuerzos y otros alimentos a los clientes.
“En las noches ya no se vende como antes. Ahora hacemos doble turno para pagar el alquiler y ganarnos algo más. Hay hartos negocios y poca venta”, comentó.
La venta en La Cancha también bajó. Otro de los sectores afectados fueron los carretilleros. Severino y Ariel, integrantes de la Asociación 2 de Agosto, contaron que hasta antes de 2020 solían generar más de 100 bolivianos al día; ahora, llegan hasta 60 o, dependiendo de la jornada, a veces un poco más.
Ariel dijo que las personas ahora prefieren ahorrar y evitar los servicios de carretilla. “Se siente la crisis”, indicó. Severino afirmó que continuará por un tiempo más en este rubro y, si las cosas no mejoran, regresará a su pueblo a dedicarse a la agricultura.
Crisis
Más de 750 empresas en el país cerraron por la crisis de la pandemia, según los datos de la Federación de Entidades Empresariales de Cochabamba publicados el último trimestre de 2020.
Esta situación obligó a los ciudadanos despedidos a buscar otros rubros para subsistir. Un grupo apostó por el negocio independiente. A principios de abril, la Intendencia Municipal señaló que durante la pandemia aparecieron cerca de 2 mil negocios informales.
Para el economista Juan Pablo Cuba, la aparición de estos nuevos negocios genera un golpe a la economía, porque no recibe impuestos de parte de este sector como lo generan las empresas. “No da una estabilidad”, dijo.
“Lo que debían haber hecho las autoridades es generar una protección, ayuda o crear algún fondo de reactivación para el sector formal”, agregó.
SUGIEREN AYUDA PARA “FORMALES”
Cada vez hay más empresas en crisis y deben meses a sus trabajadores, según el economista Juan Pablo Cuba.
Por esta razón, sugirió que la única solución para la economía son los impuestos y por eso se debe fortalecer a la empresa privada desde la comercialización o apertura de mercados.