Quillacollo espera superar los años de inestabilidad
Héctor Cartagena, a la cabeza de la Alcaldía de Quillacollo, busca dejar atrás los años de inestabilidad que generó las diferencias políticas. Ahora quiere finalizar grandes proyectos relegados en pro del desarrollo regional.
¿Cuál debería ser la apuesta para lograr la unidad cochabambina?
Creo que para lograr objetivos, primero, se debe buscar la unidad de voluntades, de fuerzas y sentimientos, poniendo de lado ideologías y credos políticos, para pensar sólo en los intereses de nuestras provincias, del departamento de Cochabamba en su conjunto.
En ese plano sin ser muy apasionado, el actual gobernador Humberto Sánchez ha sido el primero en expresar de que ponía de lado su color político y se ponía la camiseta de Cochabamba. Yo creo que esa debe ser la mentalidad, esa debe ser la forma de pensar de todos los alcaldes, primero hacer gestión, solucionar los problemas en el ámbito de educación, servicios básicos, vialidad, salud, es decir, todos los problemas.
¿Qué proyectos han quedado postergados y cuáles, según usted, son urgentes?
Cuando nos hicimos cargo del municipio no encontramos ni una sola hoja en los escritorios, se llevaron todo. Prueba de ello es que Quillacollo tenía proyectos con la UPRE, como la terminal de buses, el matadero, establecimientos educativos, y no conocíamos cuál era la contraparte al municipio. Tuvimos que viajar a La Paz, pedir una copia legalizada para ver cómo estamos en cuanto a compromisos económicos.
De proyectos no teníamos absolutamente nada, ahora recién estamos encaminando proyectos como el agua para riego y agua potable para nuestra ciudad.
También está el proyecto de recuperación de la laguna de Cotapachi, pero lo que más sobresale en esta gestión y Dios quiera que sea a corto plazo, es la construcción de un hospital de segundo nivel.
Hace unos días los técnicos de la unidad ejecutora, dependiente del Banco Mundial, hicieron un levantamiento técnico en nuestro centro de salud y pudieron constatar que ninguno de nuestros centros reúne las condiciones como un hospital de segundo nivel. En esa perspectiva hay un informe claro, muy ventajoso para Quillacollo y estaríamos esperando que las próximas semanas recibamos la grata noticia de que vamos a iniciar los trabajos civiles del hospital de segundo nivel.
¿Qué se debe hacer frente a la pandemia?
La crisis sanitaria ha desnudado la situación en la que se encuentra nuestra infraestructura sanitaria. El mal llamado segundo nivel es apenas un centro de salud, y justamente a raíz de estos problemas por la pandemia es que nos hemos preocupado, hemos gestionado recursos. Decirles que está asignado un presupuesto de 105 millones de bolivianos de parte del Banco Mundial. Esto prácticamente garantiza este proyecto en cuanto a salud se refiere, que será una realidad en Quillacollo.