Javier Bellott: “Ser cochalo es ser emprendedor, innovador y, ante todo, metedor”
Javier Bellott Montalvo pasó en lo últimos años de ser un empresario minero a presidir la FEPC y a involucrarse en los problemas de la ciudad, como el Tunari y la pandemia.
Tras ser elegido por los lectores de Los Tiempos como un cochabambino destacado este 2021, conversó con este medio sobre su activismo.
Compartió su experiencia en crear tres plataformas: Tunari Sin Fuego, Cochabamba Sin Basura y Cochabamba Sin Virus junto a otros activistas.
Pero, de inicio y sin dudar, Bellott define al “cochabambino como emprendedor, innovador y, ante todo, metedor”.
- ¿Cómo es que un empresario hace un activismo social?
- No se necesita un título para hacer activismo. Si tú puedes contribuir a que las cosas sucedan en forma positiva, debes hacerlo. Eso nos ha llevado a buscar soluciones, porque algo que nos caracteriza es que debemos ser siempre parte de la solución y no del problema.
- ¿Cómo surgió la idea de crear la plataforma Tunari?
- Tunari Sin Fuego nace a partir de una vergüenza que sentimos como cochabambinos, pues todo el tiempo se incendiaba el parque y estábamos perdiendo importantes áreas boscosas en una región donde es muy difícil tener superficies cubiertas por árboles.
La primera estrategia era generar un mecanismo de coordinación entre los involucrados; la segunda, generar una alerta temprana, y la tercera, tener estrategias para coadyuvar en los incendios. Son más de 250 incendios que fueron controlados.
- ¿Cómo surgió la plataforma Cochabamba Sin Virus?
- La situación era muy compleja. Hicimos notas para la Presidenta, el Ministro de Salud, la Gobernadora y el Alcalde; no hubo respuesta de ninguno. Al final tuvimos algunas reuniones y pudimos percibir que no tenían ningún plan.
Ahí dijimos: “Si el sector público no tiene la capacidad de dar respuestas, entonces nos organizaremos”. Tomamos contacto con muchos sectores y creamos la plataforma.
Vimos que el barbijo era la primera barrera con la que se tenía que combatir y evitar la propagación de la Covid-19.
Lo único que necesitaba la gente en las calles era que alguien le recuerde que tenían que llevar el barbijo.
Simultáneamente, hicimos otros estudios para saber dónde se contagiaba la gente y pudimos descubrir que el 53 por ciento se había contagiado mientras comía o bebía en grupo.
Otra investigación fue sobre las deficiencias que tiene el sistema inmunológico. En unos días más vamos a evacuar un informe sobre el déficit de la vitamina D y el impacto de las vacunas en la generación de la inmunidad.
- ¿Qué lección deja la Covid?
- La mezquindad política. Cómo es posible que, en medio de una crisis severa donde había mucha gente expuesta al peligro, los políticos se peleaban.
- ¿Qué piensa de la Covid?
- La Covid-19 es el enemigo oculto que ha atacado a todo el planeta, que parece tan poderoso, pero que es posible controlarlo. Para eso hay algo muy lindo que nos caracteriza a los cochabambinos: no nos quedamos con las manos cruzadas.
- ¿Quién es Javier Bellott?
- Soy un cochabambino que nació en la provincia Quillacollo. Tiene una actividad minero-industrial.
Viene de una familia de 10 hijos, soy el octavo, con unos padres maravillosos que nos enseñaron a trabajar y a tener vocación de servicio.
Mi madre muchas veces tomaba nuestra ropa para darle a los que no tenían.
Mi padre era una persona visionaria que siempre miraba al futuro, eso significa estar siempre preparados para lo peor. Además, muy comprometido con la colectividad.
Eso es lo que me hace ser lo que uno es y no tener ningún tipo de interés de orden político o económico.
- ¿Qué es un cochabambino?
- Ser cochabambino es tener esa capacidad de disfrutar de los aromas, colores, sabores y ante todo de los sonidos.
Es tener esa conjugación con el ambiente que vives. El cochabambino es muy equilibrado, lo que permite tener esa vivencia. No hay nada mejor que sentir el aroma de la quirquiña, el k’allu. También es ser emprendedor, innovador, audaz y, ante todo, muy metedor.
- ¿Qué sueña para la región?
- Cochabamba tiene que ser una región de oportunidades. Es cierto que nuestra economía se vino a menos; eso no quiere decir que sigamos llorando; tenemos que buscar soluciones. Si tan sólo tuviéramos la capacidad de diseñar políticas de salud públicas preventiva, no estaríamos en la situación que estamos.
- ¿Por qué cree lo ven como cochabambino destacado?
- Todos creen que alguien hace las cosas porque se lo reconozca, pero no. He tenido muchas ofertas, pero aquí estoy, no hemos tenido ningún interés político.
La gran satisfacción que tengo es ver en las calles al 99 por ciento de la población usar barbijo, bravo por ella.
Se me hace un nudo en la garganta cada vez que recibo agradecimientos por ayudar a encontrar medicamentos, oxígeno, espacio en un hospital. Esa es la gran satisfacción y es motivador.