Desfogue de Misicuni reactiva vertientes para riego en el valle
“La reactivación de vertientes” o “juturis” en las zonas Villa Rosedal y Tara Moq’o, en Colcapirhua y Quillacollo, sorprendió a los regantes. Vecinos atribuyeron ayer la restauración al desfogue de Misicuni para riego a través del río Chijllawiri.
“En 2020 empezaron a aparecer estos futuris y se nos atribuyó a los regantes la responsabilidad por Misicuni. Esta zona antiguamente tenía varias vertientes que se reactivaron después de 40 años”, relató el coordinador de los regantes, Pablo Maldonado.
Los regantes explicaron que el aprovechamiento del recurso hídrico incluso frenó el crecimiento de la mancha urbana y les permite soñar con la posibilidad de cultivar nuevamente a gran escala, por lo que requieren apoyo de las autoridades.
La situación obligó a pobladores de Colcapirhua y Quillacollo a emplear un sistema ancestral para drenar las aguas de los manantiales para evitar el asentamiento de viviendas y reducir la humedad, según se constató ayer.
“Hemos hechos trabajos ancestrales, los mismos que hacían nuestros padres y abuelos para drenar el agua y funciona, se ha logrado habilitar los terrenos para producir haba y otros productos”, puntualizó.
Hace tres años, la zona era árida y los agricultores sufrían por la falta de agua para riego, pero desde que se logró captar líquido vital del río las parcelas han recuperado su vocación productiva, según el testimonio de varios regantes.
Para el presidente de los regantes de Callajchullpa, Sabino Mérida, el desfogue fue “una bendición”, pero reconoce que también ha sido un trabajo arduo habilitar las tomas, puentes peatonales y canales para aprovechar el agua que se echó al Chijllawiri.
“Desde 2018, nosotros hemos trabajado todos los regantes de las 14 comunidades. Nos ha costado mucho, hemos invertido en maquinaria y puesto la mano de obra”, aseveró.
Mérida contó que actualmente el sector cosecha los frutos del “sacrificio” que se hizo debido a que cientos de familias están regando sus cultivos de maíz, alfalfa, haba, lechuga, brócoli y otros productos.
Maldonado informó que al menos 1.200 familias se benefician con la captación de agua para riego de Misicuni, pero aún necesitan alrededor de 28 millones de bolivianos para poder ejecutar un proyecto para aprovechar de forma permanente el recurso hídrico almacenado en la represa.
Proyectan regar 1.500 hectáreas
El presidente de la Empresa Misicuni, Óscar Zelada, indicó ayer que se prevé llegar a regar 1.500 hectáreas de cultivos con el desfogue, pero que se trabajan dos alternativas para ampliar la cobertura.
“En este momento estamos desfogando 1.500 litros por segundo al río Chijllawiri, ésa es la capacidad máxima que puede soportar, pero hay proyección de habilitar dos ramales: uno en éste, para beneficiar con riego a las comunidades de Pihusi y Apote, y también se está trabajando en el diseño de un proyecto para llevar al río Chocaya”, dijo. Con estas dos alternativas se pretende regar 800 hectáreas más.