Voraz incendio en Alalay arrasa totorales y ahuyenta animales
A tan sólo dos días del peor incendio del Parque Nacional Tunari este año, anoche se registró una nueva emergencia en la laguna Alalay, cuando el fuego consumió rápidamente, como leña, gran parte de los totorales y pastizales. Además, provocó que animales silvestres huyan al camino.
El fuego convirtió los pastizales crecidos y los totorales, donde anidan las aves acuáticas, en enormes antorchas que provocaron una gran columna de humo denso y rojizo, difícil de controlar por la falta de vías de acceso y el terreno pantanoso.
“Hemos visto como las aves comenzaron a volar en la noche y nos ha dado mucha pena, mucha tristeza”, contó una vecina.
La laguna Alalay es el hábitat de más de 60 especies de aves, algunas migratorias, que se alimentan y anidan en su entorno.
La vecina sugirió revisar las cámaras de seguridad de la zona y de las casas.
Expresó su inquietud por la falta de los guardias ambientales que normalmente resguardan la laguna.
Otra persona dijo que el incendio comenzó alrededor a las 21:00 y que vio escapar “patitos y conejos” silvestres de la laguna hacia la avenida en el Circuito Bolivia.
La humareda afectó principalmente a los vecinos del lado sudeste de la laguna Alalay, entre el campo ferial y la entrada al Hospital Univalle. Sin embargo, el fuego avanzó hacia el noroeste.
Trabajo arduo
El trabajo de los bomberos, voluntarios de GEOS, SAR Bolivia, BEARS y otros, además de las Unidades de Gestión de Riesgos (UGR) de la Alcaldía y Gobernación, fue arduo, sobre todo porque el fuego se localizó casi al centro de la vegetación.
Los bomberos intentaban jalar líneas de mangueras de unos 100 metros para llegar al borde del incendio, para botar bastante cantidad de agua. Por ello, pidieron el apoyo de cisternas, debido a que ningún vehículo podía entrar hasta el punto crítico.
También se optó por combatir las llamas con matafuegos; sin embargo, el trabajo de sofocación se complicó por la gran cantidad de brazas que quedaban cuando los totorales y pastizales se consumían en un instante como leña seca ante la impotencia de los bomberos.
Por eso se requirió varias cisternas, incluidas las que llevan agua a los barrios para tratar de contener las llamas. Sin embargo, hasta la medianoche el fuego era intenso y se podía ver desde la parte alta de la ciudad como una gigantesca hoguera.
Dos semanas con incendios
Cochabamba soporta dos semanas seguidas de incendios forestales, la mayoría en el Parque Nacional Tunari.
El más grave se registró el domingo y arrasó 650 hectáreas, incluidos de bosques nativos de kewiñas. Además, el pasado 17 de octubre, la serranía de Combuyo ardió por tres días y afectó 173 hectáreas.
En tanto, en septiembre un incendio que quemó 500 hectáreas en Melga además cobró la vida de la voluntaria y responsable de la UGR Sacaba, Ruth Orellana. En ninguno de los casos se tienen avances en la investigación.