Aves migratorias y residentes realzan el paisaje de Alalay
Seis flamencos chilenos de patas largas, atractivo plumaje y un caminar elegante fueron las primeras aves migratorias que llegaron a la laguna Alalay este otoño. Su presencia junto a otras especies residentes, como las gaviotas, realza el paisaje del lado sur.
Estas aves, algunas con plumas rosa-salmón que marcan su adultez, son una especie de la familia Phoenicopteridae que habita y se reproduce en Argentina, Bolivia, Chile, Paraguay, Perú y Uruguay. Se alimentan de invertebrados, gambas y moluscos y, en época migratoria, se las puede observar en las lagunas Alalay, Quenamari y Cotapachi en Cochabamba.
La migración es un largo y arriesgado viaje desde los sitios de reproducción a las áreas para invernar o viceversa que son temporales o definidas. Pero ¿por qué migran? Generalmente, se cree que es por la búsqueda de comida, para esquivar las inclemencias del tiempo, alejarse de los depredadores o parásitos o por mejores sitios de reproducción, explicó la bióloga Tatiana Guerrero en el webinar realizado por el Club Ornitológico de Cochabamba (COC) por el Día Mundial de las Aves Migratorias.
En esta época del año (mayo-junio), cuando inicia el invierno austral, la gran mayoría de aves provenientes de Norteamérica ya retornaron a sus sitios de anidación. Ahora empieza la migración boreal. Varias especies que normalmente anidan más al sur, migran hacia el norte, a la Amazonía y Centroamérica en busca de ambientes más cálidos, explicó el biólogo y ornitólogo José Antonio Balderrama.
También se da la migración altitudinal, es decir, que vienen de las partes altas de las montañas, como el flamenco chileno y patos como las Anas specularioides.
En tanto -señaló- durante la migración austral llegan aves como el Ibis Plegadis chihi, los patos Callonetta leucophrys, Anas versicolor, Anas platalea y Netta peposaca, además de algunas aves pequeñas.
A diferencia de años anteriores, lamentó que la presencia de aves como el pato media luna y el zarapito “sea muy rara” en la laguna. “Esta situación puede deberse al estado muy contaminado de la laguna Alalay y además al aumento de las urbanizaciones en la zona”, comentó.
Asimismo, este espejo de agua atesora más de 70 especies residentes como el aguilucho, la paloma jurkuta, el zorzal y el zambullidor.
Lo que atrae a las aves a Cochabamba es su conjunto de lagunas: la Angostura, Albarrancho, Cotapachi, Coña Coña, Larati, entre otras, que permiten su libre desplazamiento. Para observarlas se necesita unos prismáticos y una guía de campo, paciencia y respeto por su hábitat.