La basura tóxica de Colcapirhua y Quillacollo afecta a los vecinos
Un conjunto de promontorios de basura, del tipo más diverso, da la bienvenida al botadero de Quillacollo. En tanto, a unas cinco cuadras está otro vertedero, el de Colcapirhua. Ambos están en el límite con Cercado, donde 16 juntas vecinales reclaman por la contaminación.
“Nos llegan bolsas, moscas y malos olores, que producen problemas estomacales, de salud. Los botaderos no están cumpliendo con la normativa ambiental, como el manejo de los residuos hospitalarios que deberían tener otro tipo de tratamiento y la basura está al aire”, dijo el dirigente de Olmedo, Javier Bustamante.
El Sindicato Agrario Jawintiri de Quillacollo teme por la contaminación del agua y dijo que el plazo para el cierre vence el 31 de diciembre.
“Nos están contaminando con los lixiviados que están penetrando las venas de agua. Nosotros vivimos a un kilómetro, somos agrarios. Si ellos quieren seguir, tienen que hacer un relleno sanitario; caso contrario, no vamos a permitir que entre más basura desde el 1 de enero”, advirtió el dirigente Lucio Padilla.
Ante los reclamos, la Fedjuve, el diputado Damián Laime (MAS) y dirigentes inspeccionaron los botaderos ayer, para luego emitir recomendaciones para mejorar.
En el botadero de Quillacollo se evidenció que las piscinas de lixiviados (líquido de la basura) no cuentan con una capa de protección que impida la infiltración al suelo. En tanto, los canales son precarios con tuberías que aún no están unidas. Los residuos hospitalarios están al aire libre y las toneladas de residuos se entierran con capas de tierra mientras los segregadores rescatan botellas.
El botadero de Colcapirhua comenzó a implementar mejoras, especialmente en las piscinas de lixiviados, que ya tienen protección. Sin embargo, aún debe mejorar la disposición final de residuos y de los desechos hospitalarios.
El diputado Laime manifestó que realizó la inspección para evidenciar las denuncias de los vecinos y que hará conocer sus recomendaciones.
El dirigente de Fedjuve, Freddy Laibe, dijo que lo más preocupante es que la basura se echa directamente al suelo.
“Este tipo de botaderos debe cumplir un trabajo que no afecte con contaminación al suelo. Las alcaldías deben buscar una solución”, dijo.
Además, se verificó la presencia de canes que viven en los botaderos.
Emaq anuncia una inversión en 2023
El director de la Empresa Municipal de Aseo de Quillacollo (Emaq), Ruddy Valverde, informó que se han realizado mejoras en el botadero y que en 2023 invertirán 5 millones de bolivianos en obras civiles. Sin embargo, dijo que uno de los impedimentos es que no cuentan con el derecho propietario del predio, que es del Ministerio de Defensa.