El descuido de lagunas y el uso de agregados causan un desastre en Laquiña
La falta de mantenimiento de dos lagunas artesanales, la ausencia de control a la explotación de agregados y la construcción de viviendas en las franjas de seguridad de un río detonaron el desastre en la comunidad de Laquiña en Ucuchi, en Sacaba, según los testimonios de los pobladores y de las autoridades.
Los estragos que dejó la riada motivaron ayer a algunos comunarios y un equipo técnico a verificar el sector donde se originó todo.
Tras una inspección, el alcalde Pedro Gutiérrez confirmó que el colapsó de las lagunas Chillagwi y Mesapata en la parte alta de la cuenca causó el deslave que sepultó al menos 10 casas, una granja con 6 mil pollos, tres vehículos y cultivos de maíz en Laquiña, Chiñata.
“Hemos constatado que son dos lagunas las que podrían haber reventado. Una es de 100 mil metros cúbicos y ésa afectó a otra más pequeña que está a 100 metros”, detalló.
El munícipe informó que el dique de la primera laguna cedió por la fuerza del agua tras las lluvias y agregó que los embalses fueron construidos de forma artesanal hace 30 años por las comunidades de las alturas.
Añadió que el colapso de las lagunas destruyó varios criaderos de truchas y enterró los pozos de agua potable de las comunidades de Chiñata y Catachilla Alta, restringiendo el acceso al servicio a 3 mil personas.
Adelantó que se alistan los informes técnicos y legales para declarar emergencia por la riada en el municipio.
Daños
En tanto, las 10 familias damnificadas por la mazamorra buscan la manera de sobreponerse a la tragedia y recuperar lo que pueden del lodo y agua con apoyo de familiares, vecinos y rescatistas del SAR FAB.
“Son como 12 años que vivo en Laquiña y antes no había pasado algo similar; esto ha pasado porque arriba han sacado piedras y material de las orillas del río y eso ha hecho que todo el material nos llegue”, indicó Justino Montaño, el propietario de una granja de aves.
Comentó que sólo quedaron en pie dos de cuatro galpones que tenía, pero teme que las pocas aves que le quedan no sobrevivan por la falta de alimento y agua.
Aunque los trabajos con maquinaria pesada son intensos en la zona de desastre, los damnificados están desesperados porque el lodo se sigue acumulando cubriendo sus casas.
El gobernador Humberto Sánchez informó que se priorizará la habilitación de caminos y la dotación de agua en cisternas y tanques de almacenamiento para las comunidades afectadas.
El representante del Viceministerio de Defensa Civil, Samuel Pereira, remarcó que en próximos días se entregará víveres y vituallas a los damnificados.
Otro municipio que sufrió daños por las riadas es Colomi. El técnico de Desarrollo Productivo de la Alcaldía, Elvis Nogales, precisó que a la fecha se cuantificaron 88 familias afectadas en seis sindicatos agrarios y 19 hectáreas de cultivos de papa y hortalizas. Asimismo, dijo que se registran deslizamientos de tierra en las vías.
Las lluvias también aumentaron el nivel de la laguna Corani.
OPINIONES
“La granja no está en la franja del río; esto pasó porque han sacado piedras y material sin control en las orillas”, Justino Montaño, dueño de granja avícola.
“El domingo a las 13:20 escuchamos un ruido fuerte como de avión y llegó la mazamorra. Escapamos rápido”, Máximo Venegas, comunario.