Las familias despidieron a sus almas con comida, bebida, baile y palmas
En varios municipios y en la parte sur de la ciudad de Cochabamba, ayer, durante la celebración de Todos Santos, las familias despidieron a sus almas con abundante comida, bebida y baile. Además, en los cementerios se armaron mast’akus u ofrendas.
Como manda la tradición, en la zona de La Maica, la familia Alba Coca recibió al alma del señor Ángel, quien llegó a su casa como lo hacía siempre, en su motocultor y llevando alfalfa para las vacas.
Luego de compartir con su familia y hacerles algunas recomendaciones, el alma se marchó llevándose para el camino todo lo preparado.
Asimismo, la familia Hinojosa despidió al “alma” de quien en vida fue Juan Carlos. “Mi hermano falleció hace seis meses, por ese motivo le despedimos al alma, yo creo que no deben desaparecer estas costumbres”, señaló el hermano Jhonny Hinojosa.
En el Cementerio General, los familiares armaron una mesa para su ser querido con lo que le gustaba en vida.
En el cementerio de K’ara K’ara a pesar de la situación económica se armaron enormes altares para los difuntos.
Según el antropólogo, investigador y docente universitario, Amilcar Zambrana, muchas de las costumbres que se practican en los valles son andinas y datan de la época prehispánica. “Una persona encarna al difunto y recomienda a su familia”, explicó.
Además, indicó que el alma llega donde los vivos y se alimentan a través de un intermediario, “Los intermediarios son los niños, las personan extrañas, es por ese motivo que se recibe a la gente”, añadió.