Rap y soul sonaron en post Grammy
Los Ángeles, EE.UU. | Efe
Hollywood amaneció ayer con los ecos del rap de Kanye West y el soul de Amy Winehouse, dos de los protagonistas de la 50 edición de los Grammys y cuyas notas continuaron sonando en las fiestas posteriores a la gala.
Los Grammy siempre se han caracterizado por ser la respuesta de la industria musical frente a los Óscar, la gran ceremonia del mundo del cine.
Pero ambas tienen un denominador común, y es que las celebraciones posteriores a la ceremonia se alargan hasta horas intempestivas en las principales salas de la ciudad.
El principal evento lo organizó el rapero de Chicago, aunque su fiesta no tuvo nada que ver con la que montó hace dos años, repleta de bebida, con música hasta el amanecer, más de 3.000 invitados, incluidas mujeres bailando en bikini.
Este año la diferencia residía en la ausencia de su madre, Donda, fallecida en noviembre por complicaciones en una operación de cirugía estética.
Por eso, la recepción que convocó en el club STK de West Hollywood fue en memoria de Donda y, aunque el joven artista se retiró pasada la medianoche, a la velada acudieron numerosas celebridades con ganas de felicitar a West por sus cuatro galardones.
"Este es un nuevo día, una nueva era y un nuevo yo", exclamó West a su público, entre los que se encontraba su padre. Instantes después, presentó su nuevo videoclip, "Flashing Lights", dirigido por Spike Jonze.