La diosa niña de Katmandú "bendice" la nueva República nepalí
Katmandú | EFE
El presidente de Nepal, Ram Baran Yadav, presentó hoy sus respetos a la "niña diosa" de Katmandú, con ocasión del festival de Indra Jatra, una antigua tradición nepalí que se celebra por primera en el país después de la proclamación de la República.
Con motivo del Indra Jatra, que marca el final del monzón, la pequeña "kumari" (que significa virgen) abandona el palacio en el que vive confinada y, adornada como un colibrí, recorre en un carro las principales calles de Katmandú repartiendo su bendición. El presidente Yadav se desplazó al centro histórico de la capital para recibir las bendiciones de la pequeña deidad, que históricamente se dirigían al monarca. El año pasado ya fue el entonces primer ministro, Girija Prasad Koirala, el que ocupó el puesto anteriormente reservado al rey Gyanendra, quien había sido despojado de sus poderes absolutos.
El reinado de Gyanendra culminó finalmente en mayo de este año con la proclamación de la República, que puso fin a 240 años de monarquía en el país himaláyico.
Curiosamente, fue durante la celebración de este mismo festival en 1768 cuando los antepasados de Gyanendra conquistaron Katmandú aprovechando que los Newaras, los antiguos habitantes del valle, se encontraban celebrando el festejo.
En Nepal hay otras dos "kumaris", en las ciudades de Bakhtapur y Lalitpur, también en el valle de Katmandú, antiguamente dividido en tres reinos.
Los nepalíes creen que la Kumari, venerada en las tradiciones hindú y budista, protege a los ciudadanos del país, pero esta tradición ancestral cuenta con la oposición de grupos defensores de los derechos humanos, que han denunciado que a las pequeñas diosas se les "roba" la infancia. EFE