Carta de un ‘mueleño’ por el aniversario de Villa Rivero
Por: Franz Gonzalo Rivera Torrico, "Peregrino", ciudadano de Villa Rivero
Los verdaderos ‘mueleños’ recuerdan su único aniversario el 19 de enero, fecha inolvidable. "El nombre de Villa Rivero".
Nuestro pueblo conservó el nombre de Muela desde el Coloniaje hasta después de la creación de la República de Bolivia.
El abogado Ismael Vásquez, un notable jurisconsulto, convocó a una asamblea de municipalidades del departamento de Cochabamba con motivo de conocer el estado económico, social y político de cada municipalidad. Nuestro pueblo nombró como representante al distinguido abogado jurista Urbano Escóbar Mariscal, directivo del periódico "El Ferrocarril" en la ciudad de Cochabamba. Entre otros puntos tratados en esa asamblea, fue relacionado al cambio y denominación de algunos pueblos con nombres de los patriotas cochabambinos que actuaron durante la guerra de 15 años en contra del yugo español.
Entonces, se propuso el cambio de Muela por el nombre de Villa Rivero, como justo homenaje a la memoria del patriota Francisco del Rivero, compañero de acción de armas del insigne Esteban Arce.
Fue enardecido el debate que provocó la moción presentada. El representante de nuestro pueblo Dr. Escóbar Mariscal, arguyó la acción heroica que habían demostrado los ‘mueleños’ contra las tropas comandadas por Goyeneche en el incendio de las trojes de Villarroel y en la destrucción de los molinos.
Sometida a votación, la mayoría resolvió el cambio del nombre del pueblo de Muela por el de Villa Rivero, según relata el profesor Juan Quinteros en su libro Memorias.
Cada 19 de enero, la nostalgia se apodera de nuestro interior, porque recordamos esos días festivos, donde absolutamente todas las familias mueleñas invadían las calles cuidadosamente adornadas, para fundirse en un abrazo fraterno y celebrar nuestro día, como olvidar el desfile Cívico con la presencia de las autoridades, las fuerzas vivas de la Llajta, personalidades que visitaban el pueblo y, lo más hermoso: El paso gallardo de nuestros excombatientes de la guerra del Chaco, me viene a la memoria el cansino y a la vez elegante caminar del Prof. Juan Quinteros, Ivi Torrico, don Zacarías Torrico, el abuelo Medardo Torrico, Remigio Pereira, Nicómedes Guillén (combatiente de Boquerón), Emigdio Lara, Lucio Coca Soria, el señor Sahonero de Enekeri, por citar a un grupo.
Imposible borrar de nuestros corazones, los electrizantes partidos de futbol - como acto central- y la presencia de los equipos profesionales de mayor arraigo de la ciudad. Como no podía ser de otra manera, el resultado era siempre el mismo; la victoria de la casi imbatible selección mueleña, un verdadero orgullo del valle alto.
Claro, alineaban en el equipo jugadores de la talla de Juán Soria (Tio Juán), Leónidas Rojas (un carnicero del área), el araña negra del pueblo Luis "chocho" Lara, excelente portero; Gabriel Camacho "Matt’y"; Edgar Lara, Omar Claros, la inconfundible elegancia de Jorgito Panozo, Edward "Papilo" Rojas, Zenón Céspedes, Eliseo Orellana, Vladimir Soria, Flaviano Gutiérrez, Jorge Gutiérrez, Saúl "Chapulo" Panozo, y un listado interminable de "verracos" que defendían los colores del pueblo que los vio nacer.
Mueleños: estamos de aniversario, jamás olvidaremos esta fecha histórica, de inconfundible sentimiento, de tantas alegrías, de imborrables recuerdos, los paseos tradicionales por esos coquetos parajes, como "La Rinconada", con la floreciente compañía de las mujeres mueleñas, caracterizadas por su gran belleza y simpatía. Ese respirar tan puro, con un ambiente y olor a tierra mojada, ¡frescura total!
Los paseos por las huertas de pera, las K'uqueadas de los sabrosos duraznos en la huerta de don Raúl Claros (en el K'ullku) y en el vergel del abuelo Medardo, siguen en nuestras memorias.
Qué lindo es recordar, y mejor hacerlo hoy para todos los verdaderos ‘mueleños’ de corazón: un abrazo de hermandad, respeto, cariño, solidaridad, el 19 de enero es un día para llevarlo en el lugar más especial de nuestras vidas, es parte de nuestra formación.
¡Viva Villa Rivero por siempre!