Bolivia entre países con menor libertad económica
La libertad económica perdió terreno en 2012 en Sudamérica, Centroamérica y el Caribe, haciendo caer a la región del tercer al cuarto puesto entre las seis regiones del planeta.
América central y del sur sufrieron el peor descenso. Bolivia, Belice, Panamá, Haití y Trinidad y Tobago se ubican entre las diez naciones con mayores disminuciones del nivel de libertad económica.
Según el análisis de Heritage Fundation y Wall Street Journal, la corrupción, la injerencia política y los procesos de nacionalización de empresas incidieron en el descenso.
El poco respeto de Bolivia a la libertad económica, entendida por la fundación como “el derecho fundamental de todo ser humano de controlar la propiedad de su trabajo”, ha hecho que el país se ubique en el puesto 25 de los 29 países de Latinoamérica, y su puntaje general (47,9) está muy por debajo del mundo y los promedios regionales.
El Informe Heritage sobre la Libertad Económica 2013, advierte, en el caso de Bolivia (http://www.heritage.org/index/country/bolivia), que las presiones sobre la justicia, las expropiaciones y la corrupción han creado un clima de riesgo en torno a los negocios que se realizan en el país, lo que ha limitado la llegada de inversión privada.
El Gobierno negocia actualmente con dos empresas españolas (REE e Iberdrola las compensaciones a las nacionalizaciones de empresas en Bolivia en 2012).
“La actitud de Bolivia hacia la inversión extranjera es hostil” y agrega que la economía boliviana “específicamente prioriza la inversión nacional sobre la inversión extranjera. El sector financiero sigue siendo vulnerable a la interferencia estatal, pero está creciendo”, reza otro segmento del informe.
El informe advierte también que los procesos judiciales “están sujetos a la influencia política y la corrupción”, y las demandas que compiten por los títulos de propiedad y la falta de resolución de disputas fiables hacen que la adquisición de bienes inmuebles sea arriesgada.
“Los bolivianos siguen sufriendo en un clima de represión económica. Los altos precios de las materias primas han contribuido al reciente crecimiento económico fuerte, pero a largo plazo el desarrollo económico sigue siendo frenado por las deficiencias institucionales, gravemente obstaculizada por la interferencia del Estado. La economía formal está cada vez más estancada y la actividad económica informal se está expandiendo”, cita el documento.
El informe señala, además, que en cuanto a eficiencia regulatoria, en 2012 se redujeron la libertad comercial, la libertad laboral y la libertad monetaria.
“El mercado de trabajo sigue siendo ineficiente, con regulaciones de empleo no favorables a la productividad y el empleo. La inflación se estabilizó en 2012, pero siguen los subsidios para el gas y el petróleo”, afirma.