Contralor brasileño indagaría contratos de OAS en Bolivia
El jefe de la bancada de Unidad Demócrata (UD), Arturo Murillo, solicitó ayer al vicepresidente del Tribunal de Cuentas de la Unión (Contralor) de la República de Brasil, Julio Marcelo de Oliveira, la investigación de los contratos millonarios que firmó la empresa brasilera OAS en Bolivia, donde presumen posibles hechos de corrupción.
“Tras la reunión de al menos una hora con el señor Oliveira, quien investiga las denuncias de corrupción de Petrobras y OAS en Brasil, la autoridad brasileña, manifestó su interés de indagar los contratos de la OAS en el Estado boliviano, donde existen sospechas de irregularidades en las adjudicaciones de obras viales en Bolivia”, señaló Murillo desde la ciudad de Brasilia, citado en un boletín de prensa de UN.
En noviembre de 2011, el expresidente del Servicio Nacional de Caminos, ahora Administradora Boliviana de Carreteras (ABC), José María Bakovic, advirtió de un posible acto de corrupción en el contrato con la OAS para la construcción de la carretera Villa Tunari-San Ignacio de Moxos, ya que el costo de esa carretera sería de alrededor de 200 millones de dólares, pero en el contrato figuraba un precio de 415 millones de dólares y sin pavimentar.
Murillo afirmó que Oliveira le pidió que Bolivia facilite los contratos que suscribió la empresa brasilera en el Estado boliviano, a fin de develar si hubo un caso de corrupción.
En 2008, la empresa brasileña se adjudicó las obras de los tramos I y III de la carretera diseñada para pasar por el Territorio Indígena y Parque Nacional Isibororo Sécure (Tipnis) por 415 millones de dólares, de los cuales 332 millones iban a ser financiados por el Banco Nacional de Desarrollo Económico y Social (Bndes) de Brasil y el resto era contraparte de Bolivia.
En 2011, una marcha indígena paralizó las obras.
ALUDEN RELACIÓN DE EVO CON OAS
El diario chileno La Tercera publicó este domingo un reportaje que señala que, en julio de 2013, el excandidato presidencial del Partido Progresista (PRO) de Chile, Marco Enríquez-Ominami, usó un jet de la brasileña OAS para su campaña e incluso viajó a Sao Paulo en ese avión con dos de los máximos ejecutivos de OAS (Augusto César Ferreira e Uzeda y Augusto César de Souza Fonseca). Ferreira e Uzeda es investigado por sus relaciones con el expresidente de Brasil, Lula da Silva, en el caso Lava Jato y, según la nota, “era amigo” del presidente Evo Morales y cercano al expresidente del PT (de Brasil), José Dirceu”, involucrado en un escándalo de corrupción.
“La práctica de los empresarios brasileños de financiar actividades políticas, al parecer, era habitual”, señala el reportaje.