Colombia halla responsabilidad en Aasana; dice que piloto omitió informar fallas
El secretario de Seguridad Aérea de Aerocivil de Colombia, coronel Fredy Bonilla, responsabilizó a la Administración de Aeropuertos y Servicios Auxiliares de la Navegación Aérea de Bolivia (Aasana) por la autorización irregular del plan de vuelo de la empresa LaMia.
Asimismo, dijo que el piloto omitió dar información sobre fallas en los motores y ausencia crítica de combustible. "Ellos estaban conscientes de que el combustible que tenían no era el adecuado ni era suficiente", afirmó el funcionario, citado en EFE. Añadió que además el avión "contenía un peso superior al permitido por manuales".
Según la investigación, en el plan de vuelo presentado por el piloto en el aeropuerto de Santa Cruz, la autonomía de la aeronave era de cuatro horas y 22 minutos, exactamente igual al tiempo de vuelo, "describiendo los mismos datos" cuando debía tener combustible para un recorrido mayor.
"Debía tener una hora y 30 minutos más (de combustible) que el tiempo de vuelo en forma estándar en cuanto a su autonomía de vuelo", dijo Bonilla.
De acuerdo con la indagación, cuyo propósito no es hallar responsables sino hacer recomendaciones para evitar futuras tragedias, la autoridad encargada de aprobar los planes de vuelo en Bolivia "falló" al aceptar unas condiciones de traslado "inaceptables" propuestas por LaMia.
"No se cumplió el plan de vuelo (...). Hasta el momento tenemos evidencia que ningún factor técnico influyó en el accidente, todo está involucrado en un factor humano y gerencial", aseguró Bonilla.
Según Bonilla, las grabaciones de la cabina de mando muestran que el piloto y el copiloto conversaron sobre la posibilidad de hacer una escala en Leticia o en Bogotá "porque se encontraba en el límite de combustible", pero finalmente no lo hicieron.
Las autoridades colombianas indicaron también que, según el Convenio de Chicago, se establece que el país donde ocurrió el accidente es el encargado único de la investigación del siniestro.
El avión de LaMia “no tenía un plan de vuelo regular ni certificado en base a sus capacidades técnicas”, explican en el documento. Además, señalan que tenía una certificación para volar por encima de los 29.000 pies, para lo cual no tenía capacidad.
Accidente pudo ser peor
El accidente del avión de la aerolínea boliviana Lamia en el que murieron 71 personas pudo haber sido peor por la cercanía de otros vuelos que estaban a punto de aterrizar en el aeropuerto de Rionegro en Medellín, dijo hoy Janeth Molina, la controladora aérea que atendió la aeronave.
"Fueron 71 víctimas, pero hubiera sido peor porque estuvo muy encima, demasiado cerca de las otras aeronaves" que en ese momento se encontraban en el proceso de aterrizaje en Rionegro, aeropuerto que sirve a Medellín, dijo la controladora a Caracol Radio.
En este sentido, indicó que en el momento en que el piloto del avión de LaMia le notificó su emergencia "inicia su descenso" y ella buscó "limpiarle rápidamente la trayectoria" debido a la presencia de los otros aviones.
Momentos antes, el piloto de Lamia reportó "prioridad", por lo que Molina inició "los procedimientos para ingresar" la aeronave en Rionegro.
"La aeronave notifica su descenso y de pronto es que veo en la traza del radar como empieza a hacer su descenso sin autorización y es cuando observo que se le fue encima a las otras dos aeronaves y es cuando tomo acción. Le llamo (al piloto de Lamia) y me notifica la emergencia", detalló.
Por ello, le solicitó a las aeronaves que hicieran "espera sobre el punto imaginario establecido", ya que el avión tenía por debajo tres aparatos, dos de ellos "muy críticos" porque "estaban muy cerca".
"Prácticamente (el piloto de LaMia) hizo caso omiso a las instrucciones que le estaba dando, empieza su aproximación y tenía las otras muy cerca. (...). Estuvieron muy cerca a esas aeronaves", subrayó Molina.
Preguntada acerca de si percibió tensión en la voz del piloto antes de que se declarara en emergencia, Molina dijo que no y que además en un inicio "no notificó nada", por lo que le dio las instrucciones correspondientes y le informó que había "demoras".
Esos retrasos se debían a que un avión de la compañía VivaColombia había solicitado minutos antes prioridad para aterrizar "por alarma de fuga de combustible".
"No notifica nada, (está) absolutamente tranquilo, normal, le doy las instrucciones normal, no se ve nada raro ahí", señaló acerca de las primeras comunicaciones con el piloto.
En el accidente del pasado 28 de noviembre cerca de Medellín murieron casi todos los jugadores de la plantilla del club de fútbol brasileño Chapecoense y quedaron con vida seis personas.
Un informe presentado por el Gobierno de Bolivia el pasado 20 de diciembre señala que la culpa del accidente es de la aerolínea boliviana LaMia y del piloto de la aeronave que se estrelló, Miguel Quiroga, fallecido en el siniestro.