Ciudadela científica, un gran sueño sin coordinación institucional
Alberto Rivera
Sociólogo de Ceres
La Ciudadela Científica es otro proyecto estratégico de la Gobernación que deriva de la ley 732 de 2015 y que fue incluido en la Agenda Patriótica 2025. Una consultoría realizada por Manuel Cendoya en 2017 y financiada por el BID muestra que, para que el proyecto sea exitoso, hay que considerar condicionantes, como las tesis de las 17 universidades, el financiamiento de las 10.354 industrias de todo tamaño a las investigaciones y, sobre todo, el reconocimiento público de la sociedad local.
Cendoya muestra que en Cochabamba existen 13 institutos técnicos fiscales y 60 privados que están en dificultades y que las universidades privadas, como la UPB, UCB, UPAL y Univalle, están en proceso de consolidar centros de investigación. La UMSS tiene mayor número de institutos, pero con notable falta de fondos. Existen fundaciones privadas, como Proinpa, Valles, Patiño y Novus, el CIP Cuero Cochabamba, la FEPC y el Consejo Departamental de Competitividad, que actúan sin coordinación.
El concepto de ciudadela del saber, en la experiencia de otros países, no es sólo un nuevo espacio físico, sino un nuevo concepto de producción de conocimiento. Por ello, hace falta intercambiar criterios para que las universidades dejen su aislamiento y actúen colectivamente con metas únicas. ¿Podrán el Gobierno y la Gobernación liderar un proceso así? Seguramente financiarán las instalaciones para cumplir las leyes, pero el consultor se pregunta si se involucrarán responsablemente al menos unas tres universidades y unas pocas empresas de relevancia.
El Plan de Desarrollo Económico y Social 2016-2020 (PDES) enuncia lo que hay que hacer con la tecnología, el conocimiento, la diversificación productiva, la formación de profesionales, la transferencia tecnológica y el incremento de productividad o las economías del conocimiento, creativas y sustentables en Cochabamba.
En las metas de investigación y desarrollo de tecnología, surgen términos interesantes en resultados esperados, pero dudosos por falta de información certera, como la recepción de servicios de transferencia de tecnología internacional en complejos productivos, la capacidad operativa del Tupac Katari, la nube del gobierno electrónico y la TV digital libre.
El consultor es suavemente crítico con las metas del PDES y presenta una radiografía situacional basada en el Plan Nacional de Ciencia y Tecnología 2013 (Pncti). Sólo tres regiones, las más pobladas, concentran tres de los recursos de los medios de vida (naturales, económicos, sociales, tecnológicos y culturales); no hay estrategias de generación de conocimiento; hay problemas de credibilidad y existen escasos recursos financieros.
Reconoce que existe un problema entre lo que propone el plan y los instrumentos para cumplir las metas. Un tema importante es el desfase entre la educación escolar y la universitaria, además de la brecha entre la educación fiscal y la privada.
Para revertir estas deficiencias, propone que el sector gubernamental intervenga con dinero para unir a los generadores de conocimiento.
La Ley 732 de 2015 declara a Cochabamba sede de la ciudadela científica, sin especificar su contenido ni características. La idea de este espacio físico como agente dinamizador conduce a lo que en el mundo se conoce como parques científicos, existentes en China, Pretoria (Sudáfrica) y en países sudamericanos, en los que hay incubadoras de empresas y negocios internacionales. Todos éstos están orientados a incrementar la productividad de las empresas con la interacción de las universidades. Si Bolivia se está planteando agregar valor a la explotación de litio, la ciudadela científica podría tener ese tema como prioridad.
La idea de la ciudadela científica representa un lugar diseñado, equipado y mantenido para favorecer la actividad empresarial; para que se convierta en un punto de encuentro y difusión del conocimiento e ideas transformadoras y podría ser el mejor escaparate para mostrar proyectos multidisciplinarios y generar nuevos puestos de trabajo.
HAY QUE RESCATAR LAS TESIS DE LAS 17 UNIVERSIDADES
En mi opinión, manejar el conocimiento científico y tecnológico es la mejor idea en cualquier sociedad, en especial en Bolivia. Antes de emitir las leyes de creación de la ciudadela, hubiese sido necesario contar con una línea base de lo que se sabe sobre el conocimiento producido en Cochabamba.
Ésta es una tarea fácil: sólo hay que recolectar las tesis de licenciatura de las 17 universidades locales desde que existen registros digitalizados y clasificarlas.
Cualquier software de lectura de documentos masivos permitiría organizar carpetas temáticas, que podrían ser evaluadas por profesionales, y sus resultados permitirían aquilatar lo que se produce en universidades locales.
EL DIRECTORIO NO DEBE TENER MAYORÍA DEL ESTADO
Cuestionando la idea del consultor, creo que el directorio no debería estar en manos mayoritarias del Estado, universidad o empresa privada.
El manejo del conocimiento científico y tecnológico es un tema universal y nada garantiza que los funcionarios estatales sean los mejores administradores. La ciudadela requiere un grupo minoritario de profesionales con experiencia internacional.