En Bolivia, toma casi 7 meses en promedio encontrar empleo
Conseguir trabajo en Bolivia toma casi siete meses en promedio (6,7), un lapso bastante largo si se considera que en otros países de la región el tiempo tomado en este propósito es, en algunos casos, incluso menos de la mitad: Colombia 6, Perú y Chile 3 y México 3,2.
Los datos están contenidos en el estudio de diagnóstico laboral, elaborado por el investigador del Ceres, José Luis Barroso, en base a una encuesta levantada por el Foro Regional, en septiembre pasado, en tres regiones metropolitanas del eje central de Bolivia: La Paz, Cochabamba y Santa Cruz. Este foro, a su vez, se halla compuesto por la Comunidad de Estudios
Sociales y Acción Pública Ciudadanía, el Centro de Estudios de la Realidad Económica y Social (Ceres) y Los Tiempos.
Según el diagnóstico, La Paz (donde supuestamente hay un gran movimiento económico) es la región metropolitana en la que más se tarda en conseguir empleo (8,5 meses), seguida de Cochabamba (6,4) y de Santa Cruz (4,8).
Por género, los hombres tienen que esperar más tiempo que las mujeres en lograr un puesto laboral (7,3 contra 5,8 meses).
Si se considera la edad, son los jóvenes de entre 18 y 25 años quienes consiguen empleo con mayor velocidad (3,4 meses), mientras que los mayores de 36 son los que demoran más (7,7). En medio están los comprendidos entre los 25 y 35 años con 6,8 meses de lapso promedio. ¿Será que los jóvenes toman cualquier empleo precario?
La educación tampoco parece ser un requisito para lograr trabajo inmediato. Al contrario, la relación parece ir en sentido inverso. Quienes acabaron la primaria demoran menos de seis meses en conseguir empleo (5,9), mientras que los que hicieron cursos superiores se tomaron hasta 7,1 meses. Nuevamente están en medio quienes llegaron a nivel secundario: seis meses y medio.
Una situación similar ocurre con el nivel de ingresos. Los que tienen ingresos altos son quienes más demoran (6,8 meses), mientras que los ingresos bajos se anotan seis meses y medio.
El diagnóstico también considera la condición ética, y devela que los considerados “no indígenas” demoran menos tiempo que los indígenas: seis meses contra 7,4.
Finalmente, se ve que conseguir un trabajo formal toma más tiempo que uno informal: 7,7 contra 6,4 meses.
De todo ello se deduce, primero, que los tiempos en conseguir empleo en Bolivia son demasiado largos con relación a otros países y, segundo, cuanto mejores sean las condiciones laborales (empleo formal, de ingresos altos o con demanda de estudios), mayor es el tiempo que toma encontrar trabajo.
Los estudios no garantizan inmediato empleo; tal vez las universidades no provean lo que demanda el mercado
EL DESEMPLEO VUELVE A SUBIR
La tasa de desempleo bajó de 4,73 a 3,5 por ciento hasta 2015, pero subió en los últimos dos años a 4,7 por ciento, según fuentes citadas por el estudio.
En 2013 según un estudio del BID, un trabajador en Bolivia tardaba alrededor de 9 meses en encontrar un empleo.
La tasa de empleo informal en Bolivia es de 70 por ciento. En Latinoamérica, 50 por ciento.
ANÁLISIS
José Luis Barroso. Investigador del Ceres
Pese a todo, no se superó el desempleo estructural
Los datos del Foro Regional evidencian que, pese a todos los esfuerzos de política desde las esferas públicas y a todos los avances en materia laboral, las condiciones de empleabilidad, medidas en el tiempo para acceder o conseguir un empleo, aún son amplias, es decir, al común de la clase trabajadora aún le sigue costando bastante tiempo conseguir un empleo.
Asimismo, los resultados advierten que las brechas en tiempos para conseguir empleo se amplían más en la metrópoli de La Paz, en el género hombre, en segmentos de más de 36 años, profesionales, fracciones indígenas, de ingresos altos y trabajos formales.
A ello se suma que, analizando otras fuentes de información e investigaciones por el lado de la demanda laboral, como los estudios del BID y consultoras y gestoras de recursos humanos, se advierte que éstas, de igual forma, indican que a ellas también les es difícil conseguir en un tiempo prudente un empleado con habilidades y capacidades requeridas para un cargo o puesto laboral y que éstas demoran cerca de seis meses en conseguir a un candidato más o menos ideal.
Sin duda estos dos lados de la moneda son indicadores de que Bolivia, pese al buen desempeño en la reducción de la tasa de desempleo, aún no ha logrado superar el desempleo estructural que siempre fue característico de un mercado laboral con amplios desencuentros entre la demanda y oferta laboral que tienen fuertes repercusiones en la estructura económica que cada vez ha tendido más al trabajo por cuenta propia y al aumento del comercio informal.
En este sentido, es necesario, que desde el Gobierno se impulsen políticas públicas y, sobre todo, mayores incentivos y otros mecanismos de intermediación entre la demanda y la oferta laboral a mayor escala de los que ya existen, para acortar los tiempos de búsqueda de empleo. De lo contrario, continuaremos divagando en desencuentros que no son nada beneficiosos para la clase trabajadora.