La importación de golosinas chinas creció en más de 600% en los últimos 10 años
La importación de golosinas chinas se ha incrementado en más de 600 por ciento en los últimos 10 años. Sus envases coloridos con personajes infantiles de moda y juguetes incluidos, por precios que oscilan entre los 50 centavos y 2 bolivianos, hacen que estos artículos sean los preferidos por los niños.
Según datos del Instituto Boliviano de Comercio Exterior (IBCE), en 2009 se importó de China 751.175 kilogramos de estas golosinas, pero en 2018 la cantidad por ese mismo concepto llegó a 5,4 millones de kilos. China es uno de nuestros principales proveedores de dulces y la cifra se incrementa cada año.
En 2010 las importaciones fueron de 2,7 millones de kilos por los cuales se pagó 1,6 millones de bolivianos; en 2014 la cantidad había escalado a 3,1 millones de kilos por 2,2 millones de bolivianos; en 2015 se ingresó 4,1 millones de kilos por 2,5 millones de bolivianos; en 2016 y 2017 se llegó a 5,1 millones de kilos por un valor de más de 3 millones de bolivianos.
Por países, China ocupa el sexto lugar de los proveedores de golosinas a Bolivia, con una participación del 6 por ciento de las importaciones de esos productos. En primer lugar figura Brasil (18 por ciento). Le siguen Argentina (16 por ciento), Colombia (15 por ciento), Chile (11 por ciento) y Perú (6 por ciento). Por debajo, aparecen otros 25 países con porcentajes de participación más reducidos.
Sin embargo, el intendente municipal de Cercado, Antonio Ferrufino, advierte que el 60 por ciento de las golosinas chinas que se ofertan en el mercado llega de contrabando (por lo cual no figuran en los datos estadísticos oficiales) y se venden en la zona sur de la ciudad y en muchos municipios alejados.
Una de las comerciantes de este producto en La Cancha indica que todo lo que vende ingresa al país de forma legal, con registro sanitario, por lo que la Intendencia no le decomisa. “Creo que Senasag entrega la autorización de venta después de analizar el producto. Ellos mismos autorizan. Pero si hace daño, como algunos dicen, deben prohibir desde la frontera”, señala.
Los caramelos chinos fueron ganando mercado por su bajo precio y presentación: envases con personajes de moda, colores, figuras y hasta incluyen juguetes. Así, es posible encontrar biberones, silbatos y trompetas, que vienen con dulces, masticables y chicles, lo que no trae la competencia.
El representante de Control Social de Salud de Cercado, Fernando Vargas, indica que se han dado casos de niños que presentaron infecciones estomacales, malestar general, vómitos y/o diarrea por consumir estos caramelos. “Todo apunta a que son estos dulces que se venden en los establecimientos educativos. Tienen cierto grado de plomo, que estaría causando un daño en los niños”, indica.
Por ello, Control Social recomienda a porteros y directores de colegios evitar la venta de estos productos en colegios y pide ayuda a la Alcaldía para el control en los puestos de venta fuera de las escuelas.
“Llevamos varios años luchando contra estos productos. Los papás se han acostumbrado a dar recreo a los chicos y ellos compran lo que les gusta. Entonces, hay una falta de control de los papás”, indica Vargas.
En 2016, la Alcaldía de La Paz detectó que los dulces efervescentes chinos con etiquetas de marcas de soda eran tóxicos. Los funcionarios explicaron que la golosina era llamativa por reventar en la boca y generar un sonido similar a la gaseosa. Pero el producto contenía un alto grado de colorantes no autorizados y otros compuestos que causan intoxicación, además de malestar estomacal, diarrea y fiebre.
En 2008, en Perú se prohibió la importación de los caramelos chinos White Rabbit, debido a que internacionalmente se difundió una alerta porque contienen melamina, lo que ocasionó la muerte de cuatro niños en China y la hospitalización de miles de personas.
SE IMPORTA MÁS CHOCOLATE Y CHICLE
Según datos del Instituto Boliviano de Comercio Exterior (IBCE), lo que más compra el país de China son chocolates, chicles y otro tipo de caramelos sin cacao.
Sin embargo, en el mercado se puede ver gran cantidad de gomas y gelatinas que vienen en diferentes colores y envases. También se encuentra gran variedad de masmelos con diferentes tamaños, formas y colores.
Además, llegan de China bebidas dulces en frascos con atomizador. Los comerciantes aseguran que tienen registro sanitario.
Se trata de un sinfín de productos que llaman la atención de los niños y se pueden comprar a bajo costo.
OPINIONES
"Permanente mente se habla con las porteras y directores para que ellos controlen la venta de estos productos en los colegios. Pedimos que la Alcaldía haga controles en los kioscos que están fuera de los establecimientos educativos". Fernando Vargas. Control Social de Salud.
"Estamos decomisando los productos que no tienen registro sanitario por seguridad. Los productos de contrabando, para eludir el control, los trasladan a la zona sur y otros municipios. Hay mucho en Quillacollo y Sacaba". Antonio Ferrufino. Intendente.
"Todos los niños compran por el juguete, compran un chicle que viene con una lupa por un boliviano, es barato y ellos tampoco tienen mucho recreo y se compran lo más baratito. No nos han indicado si está prohibida la venta". Rosemary Barrios. Profesora.
CRECE EL INGRESO DE LOS PRODUCTOS DULCES AL PAÍS
REDACCIÓN CENTRAL
En 2015, el país importó 40 mil toneladas de chocolates, galletas y golosinas valoradas en 74,7 millones de dólares, según datos del Instituto Boliviano de Comercio Exterior (IBCE) .
Se trata de un crecimiento en valor del 13 por ciento y en volumen del 10 por ciento entre el 2011 y 2015.
Los productos se importaron de 33 países, Perú, Argentina, Brasil, Colombia y Chile representaban el 84 por ciento del total.
Durante el 2015 más de 300 empresas importaron diferentes tipos de chocolates, galletas y golosinas ofreciendo una mayor amplitud de marcas y productos al consumidor, aunque las tradicionales marcas se mantenían líderes en el mercado.
Según IBCE, Bolivia se muestra como un potencial destino para productos dulces con un crecimiento anual del 4 por ciento.
La venta de estos productos continúa creciendo a través de centros comerciales, supermercados y tiendas de marcas específicas.
Respecto a los dulces chinos, hay muchos padres de familia que evitan comprarlos porque desconfían del precio tan accesible y los rumores de que son tóxicos para los niños, explica el representante de Control Social de Salud, Fernando Vargas.