Bolivia está a la par de los países vecinos
“La banca nacional ha propiciado el desarrollo de nuevas tecnologías aplicadas a sus productos y servicios, favoreciendo la inclusión financiera, facilitando el acceso y la utilización de los servicios financieros a través de diferentes plataformas y canales por internet, por lo que podemos asegurar que las implementaciones están a la par de los países de la región”, sostiene la Asociación de Bancos Privados de Bolivia (Asoban).
Según la entidad privada, las inversiones en este campo corresponden a los lineamientos estratégicos de cada banco, sin embargo, puede señalar a partir del estudio “Pulso: Perspectivas en Innovación Digital Financiera”, que realiza la empresa multinacional COBIS, que presenta el presupuesto de las instituciones financieras de Latinoamérica destinado a la innovación digital. Éste ha aumentado un 4% entre 2017 y 2018, alcanzando ahora al 20% del presupuesto total de los bancos.
Esta investigación indica que el país que más ha aumentado sus niveles de inversión en innovación digital financiera en el último año es Bolivia, con un crecimiento del 3%, seguido por Panamá con el 1,58% y Argentina con el 1,4%. La inversión digital financiera en Bolivia creció del 8,67% al 11,67% entre 2017 y 2018.
Señala que otro indicador significativo es la forma en la que ha crecido la utilización de estos servicios, que ya llegan a representar más del 50% de las transacciones, según últimos datos del Banco Central de Bolivia (BCB)
“Las operaciones de pago con tarjetas electrónicas en Punto de Venta (POS) registraron un incremento (33%) pasando de Bs 945 millones a Bs 1.256 millones con respecto a similar periodo de la gestión anterior, del mismo modo, las operaciones con billetera móvil también se incrementaron (25%) de Bs 183 millones a Bs 229 millones y, finalmente, las operaciones con cheques aumentaron (20%) de Bs 28.221 a 33.998 en el sistema de pagos de bajo valor”, señala el BCB en su boletín de febrero pasado.
Pese a este crecimiento, según la Asoban, es necesario seguir trabajando en la adecuación de la normativa, de tal forma que permitan incorporar con mayor rapidez las innovaciones de toda índole a la prestación de servicios financieros, eliminando fricciones y asimetrías. Mejorar la calidad de los servicios de Internet de tal forma que aseguren estabilidad en las diferentes regiones del país.
Con referencia a la seguridad, un tema de preocupación en la incorporación de las nuevas tecnologías, la asociación sostiene que el desarrollo de la llamada ciberseguridad es constante y requiere del esfuerzo de oferentes, reguladores y usuarios. La banca en Bolivia cuenta con diversas plataformas tecnológicas que permiten realizar operaciones financieras bajo los más altos estándares de seguridad.
Estas operaciones permanecen confidenciales e inalterables gracias a un sofisticado sistema de seguridad basado en alta tecnología, de acuerdo con las mejores prácticas internacionales. Por medio de la encriptación, los datos de los usuarios son codificados y protegidos, para que sólo la entidad bancaria pueda leer la información enviada.
Otro aspecto que favorece la seguridad es el uso difundido de claves de autenticación del usuario y el uso de certificados digitales para realizar transacciones de pago, que el usuario se encuentra en una zona segura para realizar operaciones,que se representa con el ícono de un candado ubicado en la parte superior del navegador web, donde se coloca la dirección de dicha página.
Adicionalmente, los bancos cuentan con sistemas de monitoreo a sus redes y comunicaciones, y otros dispositivos de seguridad que permiten la detección y prevención de intrusos para proteger sus servicios contra distintos tipos de ataque.
CAMBIOS CONTINUOS
Desafíos de la era digital
Los avances en tecnología (computación, electrónica, telefonía móvil y otros) en la actualidad permiten realizar de manera sencilla transacciones, operaciones y servicios que antes eran restrictivos y complicados, además de costosos.
Estos constantes cambios, además, demandan el dinamismo en la regulación para el uso de la tecnología de manera responsable y segura, así como la correspondiente supervisión sobre el impacto y los riesgos que conlleva, según la ASFI.