DGAC: Cualquier incidente preocupa y tenemos que ver qué está pasando
El director de la Dirección General de Aeronáutica Civil (DGAC), Celier Aparicio, dijo que la institución está preocupada por los incidentes que protagonizan las líneas aéreas comerciales del país. Asegura que son de conocimiento de la institución y cada una sigue un proceso de investigación.
Entre el 7 y el 25 de junio, al menos cinco vuelos de Boliviana de Aviación (BoA) han sufrido algún percance técnico que los obligó a retrasar su hora de despegue, e incluso dos tuvieron que desviarse de su trayecto y realizar un aterrizaje imprevisto para atender el inconveniente.
El último caso se registró el martes, cuando los pasajeros del vuelo Miami-Santa Cruz de la aerolínea estatal desviaron la ruta hacia Cochabamba por falta de combustible. Además, según El Deber, no recibieron sus maletas, puesto que, por sobrepeso en la aeronave, se quedaron en Estados Unidos.
El viernes 21 de junio, BoA informó de que el vuelo OB776, que tenía la ruta Santa Cruz-Madrid, presentó una indicación de anormalidad en el sistema de presurización. Por ello, según los procedimientos de seguridad, el vuelo fue desviado al aeropuerto Gran Canaria de las Islas Canarias.
“Como ente regulador, no sólo nos preocupamos de BoA, sino de las otras líneas aéreas también; sin embargo, es cierto y cualquier incidente para el ente regulador es una preocupación. Nosotros somos parte de la aviación civil de Bolivia y, para nosotros, cualquier incidente que existe es una preocupación, entonces tenemos que ver qué está pasando”, dijo el Director de la DGAC a Los Tiempos.
Agregó que esta institución hace una vigilancia constante y, si se identifica algún incidente o anormalidad que puedan tener las aeronaves, se hace la acción correctiva según establece la Ley 2902 de Aeronáutica Civil.
El especialista en seguridad y defensa Samuel Montaño explicó que, a nivel internacional, “se pone en la lupa” a las aerolíneas comerciales que registran tres incidentes en vuelos internacionales en un periodo de seis meses. Se advierte de los inconvenientes al Gobierno del país donde opera la empresa para que éste haga una evaluación y, si amerita, sancione al operador.
Arispe, sin embargo, señala que dentro de las medidas correctivas que aplica la DGAC, “hemos parado alguna aeronaves en su momento. En términos sencillos, hemos puesto en tierra hasta que se solucionen los problemas. En alguna oportunidad de la línea aérea BoA y de otras líneas aéreas también (…) de algunas líneas aéreas están todavía en tierra mientras no cumplan”.
En el caso de BoA, Celier Aripe dijo que el martes se reunió con los representantes de la empresa estatal para encontrar una solución a estos percances.
“El ente regulador (DGAC) no siempre es un ente sancionador, sino para determinar la causa-raíz de por qué hubo algún desperfecto, algún reportaje. Entonces buscar solución para que no vuelva a suceder”, dijo.
Arispe señaló también que existen perjuicios en los pasajeros por la demora en las salidas o llegadas de los vuelos, pero aclaro que existe otra instancia, como la Autoridad de Regulación y Fiscalización de Telecomunicaciones y Transportes, que se encarga de controlar y sancionar esta situación.
“Como ente regulador, no sólo nos preocupamos de BoA, sino de las otras líneas aéreas también”
LOS INCIDENTES RECURRENTES
Omar Durán, especialista en aeronáutica, señala que la Dirección General de Aeronáutica civil tiene la tuición de sancionar a las aerolíneas en caso de que éstas registren incidentes recurrentes, tal como lo estable la Ley de Aeronáutica Civil de Bolivia y la Reglamentación Aeronáutica Boliviana (RAB).
Durán señaló que las sanciones van desde una llamada de atención hasta la suspensión de las operaciones de la aerolínea.
El especialista indica que los percances en los vuelos de BoA surgen por un inadecuado mantenimiento de las aeronaves, mismas que, en su mayoría, fueron adquiridas de segunda y hasta de tercera mano.