Fondo Pro Leche, dos años más sin cambios; los productores reclaman
El Fondo Pro Leche, cuya vigencia vence este 25 de abril, se convirtió en una nueva manzana de la discordia entre los productores y el Gobierno. Los primeros esperaban ampliar la vigencia de la ley (la 204) para que más sectores aporten con impuestos destinados al desarrollo del sector y los recursos incluyan proyectos de incentivo al sector primario, además de que los productores tomen parte en la administración de estos recursos. Sin embargo, del lado del Gobierno, la comisión económica de la Cámara de Diputados aprobó la vigencia por dos años más, pero sin hacer modificaciones de fondo a la normativa anterior.
“Esto es prácticamente una burla”, dijo el asesor legal de la Cámara Agropecuaria de Cochabamba (CAC) y de la Asociación de Productores de Leche (APL), Rolando Morales, quien añadió que ya estos aspectos habían sido discutidos y acordados en las gestiones de las ministras de Desarrollo Productivo, Teresa Morales y Nélida Sifuentes.
El presidente de la Federación de Lecheros de Tarija, Leonardo Barrón, explicó, a su vez, que el sector había presentado un nuevo proyecto con la Confederación de Ganaderos de Bolivia (Congabol) para que los recursos del Pro Leche vayan más allá del aspecto administrativo y de incentivo al consumo de leche, y que incluyan fomento para el sector primario. Por tanto, se tenían propuestas que iban desde la creación de fondos de financiamiento de insumos para abaratar costos de producción hasta la transferencia de los pequeños proyectos lecheros estatales a manos de los productores. “Pero prácticamente el Gobierno ha reducido la propuesta a su mínima expresión”, dijo.
La Ley 204 de Creación del Fondo de Apoyo al Complejo Productivo Lácteo Pro Bolivia, más conocido como Fondo Pro Leche, fue aprobada en 2011, con el objetivo de impulsar la industria de la leche en el país e incentivar el consumo del producto. Ello fue posible gracias al impuesto de 10 centavos que se aplicó a cada litro de cerveza.
Así, se logró un fondo de unos 4 millones de dólares por año, aunque buena parte de ese dinero iba sólo al tema burocrático, explica Morales, quien, por ello, defiende la participación del sector productor en el comité.
Barrón explica que hubo avances en el incentivo al consumo, que subió de 25 litros per cápita por año hasta 62, aunque se podría llegar hasta 90. Esto se logró gracias a las subvenciones de 40 centavos por litro de leche, y una política que acabó fijando a 3,30 bolivianos la entrega del productor a la industria lechera en La Paz, 3,20 en Cochabamba y 3,10 en Santa Cruz.
“El problema es que esto beneficia sólo al sector industrial (PIL recibe el 85 por ciento de la producción lechera en el país), pero no a los productores, que somos más de 26 mil familias en toda Bolivia”, refiere Barrón.
De allí que otra de las propuestas era crear un fondo que subvencione productos primarios para el sector lechero, tales como el alimento, forraje, semen para el mejoramiento de la raza, fármacos y otros que eleven la producción de leche y bajen los costos de operación. “En La Paz, por ejemplo, producen 70 mil litros de leche por día, pero también son 7 mil productores, lo que da 10 litros de leche por productor, lo cual es un promedio muy bajo”, explica Barrón.
4 MM de dólares anuales es la cifra aproximada que administraba el Fondo Pro Leche por un impuesto a la cerveza.
BAJA LA PRODUCCIÓN DE LECHE EN EL PAÍS
Bolivia llegó a producir hasta 2 millones de litros de leche por día, pero la sobreoferta y el precio internacional obligaron a bajar la producción hasta 1.200.000.
Cerca de 200 mil litros se destinan al mercado externo. El 85 por ciento de la producción es comprada por PIL.
En el país existen más de 26 mil familias que viven de la producción de leche, de las cuales 7 mil se encuentran en Cochabamba.
APORTES DE CERVEZA, LICORES Y GASEOSAS
REDACCIÓN CENTRAL
El sector lechero tenía varias propuestas para reactivar el sector. El dirigente del sector lechero de Cochabamba, Jhasmani Medrano, por ejemplo, indicó que una propuesta era incluir a las industrias de licores y de gaseosas un impuesto similar al aplicado a las cerveceras.
“Si uno va a los mercados cuando estos productos suben de precio, nadie dice nada; mientras que si subimos un centavo a la leche, todo el mundo pega el grito al cielo”, explicó en entrevista anterior.
El artículo 2 del proyecto de ley elaborado por el sector productor (ignorado por el legislativo nacional) establecía tres objetivos: garantizar la seguridad alimentaria, promover el consumo de leche y fomentar el complejo productivo lechero.
“No se buscaba sólo hacer spots publicitarios, sino también en pensar en proyectos de fomento a la producción”, indicó Morales.
El artículo 3 del proyecto establecía programas para productores e industrias, pero se aclaraba que los pequeños productores debían ser la prioridad, así como los productores cuyo destino final era el mercado interno.
El artículo 7 también establecía que el Fondo debía ser financiado mediante una retención de recursos por la comercialización de cerveza, de licores y de bebidas gaseosas. También contemplaba un aporte de las industrias productoras de lácteos.