$us 1.700 MM de créditos en manos de Asamblea dominada por el MAS
Los ministros de Desarrollo Productivo, Oscar Ortiz, y de la Presidencia, Yerko Núñez, conminaron ayer a la Asamblea Legislativa Plurinacional (ALP) a aprobar cinco programas crediticios, que en conjunto superan 1.700 millones de dólares.
Ortiz dijo que uno de los créditos, provenientes del Fondo Monetario Internacional (FMI) de 327 millones de dólares es urgente para que Bolivia luche contra la Covid-19 (coronavirus), es urgente.
“Se requieren financiamientos extraordinarios y (el crédito del FMI) no está sujeto a ninguna condición, un Estado que difirió el cobro de impuestos requiere financiar su funcionamiento en condiciones blandas para el país (...). Estos recursos y leyes se necesitan con carácter de urgencia”, afirmó.
Por otro lado, Ortiz informó que el Gabinete aprobó otros dos créditos destinados a superar el impacto de la pandemia: uno con el Banco Interamericano de Desarrollo (BID) por 450 millones de dólares y otro ante la CAF-Banco de las Américas por 350 millones de dólares. Ambos deben ser aprobados por la Asamblea.
El martes, la Comisión de Planificación de la Cámara de Diputados, rechazó el proyecto de ley para el crédito de 327 millones de dólares. Ortiz pidió a la Asamblea Legislativa, conformada en su mayoría por parlamentarios del Movimiento Al Socialismo (MAS), no asfixiar económicamente al país.
Núñez recordó que la Asamblea tiene en sus manos el tratamiento de cinco créditos de 1.700 millones de dólares. “Recursos que irían destinados al sistema de salud”, añadió.
El argumento para rechazar el crédito del FMI por 327 millones de dólares fue la falta de documentación.
La presidenta de la comisión, Otilia Choque (MAS), dijo que el Gobierno no adjuntó al proyecto de ley el contrato de crédito, condiciones de financiamiento, garantías, si hay la capacidad de endeudamiento y pago, informe de la tasa de interés, a cuántos años es el crédito, entre otras observaciones.
Ortiz indicó también que se aprobó un decreto que habilita, a través del Banco de Desarrollo Productivo (BDP), 500 millones de bolivianos que va a permitir a las instituciones financieras dar créditos a microempresas.
NÚÑEZ: EVO ORDENA BLOQUEAR LOS CRÉDITOS
El ministro de la Presidencia, Yerko Núñez, acusó al expresidente Evo Morales de ordenar “bloquear créditos para la lucha contra la pandemia”.
Núñez se refirió así al rechazo de la Comisión de Planificación de la Cámara de Diputados, al proyecto de ley para el crédito de 327 millones de dólares que aprobó el Fondo Monetario Internacional (FMI).
El Ministro aseguró que la Asamblea, desde 2010 hasta 2019, sancionó 1.266 leyes, de las cuales, el 40 por ciento tiene “escasa utilidad pública”.
Añadió que entre 2006 y 2019, el gobierno del MAS ha contraído una deuda de más de 17 mil millones de dólares, “en la época de mayor bonanza que ha vivido el país”, del banco Interamericano de Desarrollo (BID), la Cooperación Andina de Fomento, la Asociación Internacional de Fomento del Banco Mundial, el Banco de China y otros organismos.
EVO: LA ASAMBLEA SÓLO DEFIENDE AL PUEBLO
El expresidente Evo Morales justificó desde Argentina el rechazo de la Comisión de Planificación de la Cámara de Diputados a la aprobación del crédito de 327 millones de dólares del Fondo Monetario Internacional (FMI) para la lucha contra el coronavirus.
Afirma que el deber de la Asamblea Legislativa Plurinacional (ALP), controlada por su partido, el Movimiento al Socialismo (MAS) es “defender los intereses del país”.
“El FMI condiciona sus créditos a privatizaciones y devaluación de la moneda, ¿cómo pretende el gobierno de facto que la Asamblea Legislativa apruebe un crédito sin contrato, sin conocer condiciones ni garantías de financiamiento exigidas? Su deber es defender intereses del país” tuiteó.
Antes, Morales felicitó también a la presidenta del Senado, Eva Copa, por su posición frente al Gobierno.
ANÁLISIS
Roberto Laserna. Economista
El gobierno del MAS, a pesar de haber recibido más ingresos fiscales que ningún otro gobierno en la historia del país, generó un creciente déficit fiscal a partir de 2014. Se gastaba más de lo que ingresaba, y se generaron compromisos y obligaciones que han prolongado esa lógica hasta el presente.
El actual gobierno ha heredado esas obligaciones y además se ha visto empujado a gastar más para enfrentar la emergencia sanitaria de la Covid-19.
Como consta a todos, además de aumentar los gastos en salud, aumentando ítems y comprando equipos, se han transferido recursos a la población en bonos, postergando los pagos de impuestos.
Parte de ese esfuerzo ha sido cubierto con emisión monetaria, aumentando la presión sobre el tipo de cambio. Esto es así porque en todo este periodo las reservas internacionales también han estado cayendo desde 2014.
Necesitamos con extrema urgencia inyectar recursos frescos a la economía y en el corto plazo nuestra única opción son los créditos. La Asamblea Legislativa está demorando la aprobación. Tal vez piensa que de ese modo le hace daño al gobierno de Áñez. No es así. A quien daña es al boliviano más pobre, porque es el que sufrirá más con una devaluación inflacionaria, que podría llegarnos en caso de que sigan demorando la llegada de esos fondos. La Asamblea Legislativa, con esa actitud, se está convirtiendo en una amenaza económica contra los ciudadanos.