Develan desinterés por agricultura a raíz de actividad hidrocarburífera
Aunque la actividad hidrocarburífera demanda mano de obra en las comunidades aledañas a los campos, también genera impactos sociales y económicos negativos como el desinterés por la actividad agropecuaria que, incluso, pone en riesgo la seguridad alimentaria de estas poblaciones. Así lo establece el estudio “Mujeres e hidrocarburos” realizado por la Fundación Jubileo en la comunidad Palo Blancos, próximo al campo Margarita, en Tarija.
El estudio refleja que el impacto positivo de la presencia de empresas petroleras en Palos Blancos está relacionado con la generación de empleo, buenas remuneraciones, cualificación técnica, prestigio y ascenso social, sin embargo, esto ocurrió en periodos cortos relacionados a la bonanza económica, es decir, hasta 2015.
Por ejemplo, entre 2010 y 2013, se invirtió al menos 600 millones de dólares en la construcción de la planta de procesamiento de gas. Prácticamente todas las familias de Palos Blancos encontraron algún tipo de trabajo al servicio de los proyectos gasíferos. Algunas personas, incluso, alquilaron parte de sus viviendas para el hospedaje de las familias de los petroleros.
Pero al tratarse de actividades temporales, Palos Blancos ahora enfrenta consecuencias negativas. Según el estudio, se desplazó el interés por la producción campesina, basada en la agricultura y la ganadería a pequeña escala, pues la mayoría de las personas “se mal acostumbró” a ganar mucho dinero, lo cual modificó sus actividades económicas.
“Esta condición preferencial, que al parecer tiene su correlato en el menosprecio a una actividad productiva de menor rango y de rédito económico inferior, ha impactado negativamente en la capacidad productiva de la comunidad. Lo que también ha influido en desmedro de la disponibilidad de productos agrícolas, en el cambio de hábitos de consumo y en el encarecimiento del costo de vida”, dice el estudio.
Dicha preferencia deriva en la búsqueda de oportunidades laborales ligada al sector petrolero incluso en regiones alejadas a Palos Blancos. Si bien esto puede percibirse como parte de un desarrollo profesional, también puede traer desvinculación familiar, dice el estudio.
La falta de empleo es ahora uno de los principales problemas. Esta comunidad celebra la época de abundante trabajo, pero al mismo tiempo tiene la sensación de frustración y culpa por el mal uso que hicieron de los recursos generados durante la época de bonanza.
Estudio refleja aumento de casos de cáncer ante posible contaminación
El estudio “Mujeres e hidrocarburos” menciona que el aumento de enfermos de cáncer es una preocupación latente de la comunidad de Palos Blancos, próxima al Campo Margarita.
Sandra Sánchez, responsable del proyecto, menciona que los testimonios de las mujeres que formaron parte de los grupos focales relacionan el aumento de la enfermedad con una posible contaminación del agua a raíz de la actividad extractiva.
Sánchez dice que, durante la investigación, se conoció un informe del Servicio Departamental de Salud (Sedes) de Tarija y de la Unidad de Salud Ambiental del Municipio de Entre Ríos del año 2019 que revela “altísimos niveles de contaminación del agua y que además el agua no es apta para consumo humano”.
Sin embargo, Sánchez observa que posterior al estudio no existe un plan de atención ni mitigación de daños. “Ahí podemos percibir el estado de vulnerabilidad en el que se encuentran estas mujeres en Palos Blancos que no tienen suficiente información”, dijo.
La investigadora manifestó que este estudio representa un pantallazo del modo de vida que llevan otras comunidades aledañas a campos hidrocarburíferos.
Anunció que se continuará con este tipo de proyectos para contar con mayor información que permita apuntar a la implementación de políticas públicas en estas zonas.