Pandemia y conflictos frenaron los objetivos del Centro de Innovación de la Papa
A un año de su inauguración, el Centro Nacional de Innovación de la Papa (CNIP) de Tarata logró producir unos 420 kilos de semilla de papa de alta calidad, pero la cifra sólo representa el 2,6 por ciento de las 15 toneladas de la capacidad total del centro.
El CNIP fue inaugurado en septiembre de 2019, pero su producción fue afectada por los conflictos poselectorales en octubre y noviembre de ese año. Cuando comenzaban a recuperarse en 2020, comenzó la pandemia del coronavirus, que también perjudicó el proyecto por más de cinco meses, informó el director del centro, Walker Arandia.
El funcionario indicó que la meta de este año era de sólo 500 kilos y que paulatinamente se irá incrementando la producción hasta llegar a las 15 toneladas anuales. Detalló que se produjeron 300 kilos de papa Desireé y 120 de Huaych’a. Estas semillas fueron entregadas a los productores a través de las alcaldías de los departamentos de Chuquisaca y Cochabamba.
El centro también produjo 33.515 plantas in vitro que fueron enviadas a diferentes instituciones del país, como la Universidad Juan Misael Saracho, Sedag Potosí, Instituto de Innovación Agropecuaria y Forestal (Iniaf) Chuquisaca, municipio de Villa Vitichi y municipio de Villa Charcas.
El CNIP depende del Iniaf, que corresponde al Gobierno nacional.
En el CNIP funciona el proyecto de Fortalecimiento del Sistema de Investigación y Producción de Papa en Bolivia, con el apoyo de la Corporación Comunitaria Rural de Corea del Sur.
El uso de la semilla prebásica hace que los agricultores cosechen un producto de calidad, con menos enfermedades y en mayor cantidad. Actualmente, cosechan 5,5 toneladas de papa por hectárea, pero con la semilla mejorada podrán llegar a 14 toneladas.
El CNIP fue creado con el objetivo de aminorar el déficit de papa en el mercado boiviano, además de apoyar con los fines de seguridad alimentaria.