Piden replantear exploración ante nuevas condiciones con Argentina
Ante la firma de la quinta adenda al contrato de venta de gas a Argentina, que implica una reducción de al menos un 30 por ciento de los volúmenes enviados, además de un menor precio, especialistas en hidrocarburos consideran fundamental revisar las metas de exploración de Yacimientos Petrolíferos Fiscales Bolivianos (YPFB) con la finalidad de aumentar reservas.
El pasado jueves, YPFB y la estatal argentina Ieasa suscribieron la quinta adenda al contrato firmado en 2006. El acuerdo, según la agencia oficial argentina Télam, contempla envíos de 10 a 14 millones de metros cúbicos día (MMm3d), al menos un 30 por ciento por debajo del pico máximo exportado en 2020, que superó los 20 MMm3d.
El secretario de Energía de Argentina, Darío Martínez, citado por Télam, informó que, “lamentablemente, el pronunciado declino de la producción boliviana de gas hace que YPFB haya tenido que disminuir de manera sensible su compromiso de inyección para el invierno”.
A modo de compensación por los menores envíos por parte de Bolivia, ambos países acordaron menores precios en relación a la cuarta adenda. “La baja del precio obtenida es un elemento de justicia que compensará en parte la mayor necesidad de importación de GNL a partir del menor compromiso de oferta de Gas Boliviano”, dijo Martínez.
Sin embargo, YPFB, a través de un comunicado, informó que los volúmenes contemplados en la quinta adenda van de 9 a 20 MMm3d y que las condiciones son mejores en relación a la anterior, que finalizó el 31 de diciembre de 2020.
Para el analista en hidrocarburos José Padilla Rojas, era difícil sostener los volúmenes contemplados en la cuarta adenda con Argentina, que contemplaba envíos de 18 MMm3d en periodo de invierno, debido a la notable caída de reservas de gas.
Por ello, considera que la situación del sector hidrocarburos de Bolivia amerita de un replanteo de metas en materia de exploración en YPFB en función a la creciente demanda del mercado interno y los compromisos de exportación.
Padilla afirma que, si bien hay un nuevo descubrimiento de al menos un trillón de pies cúbicos (TCF) de gas en Boicobo Sur X1, “eso no es gran cosa todavía para aumentar reservas”, de modo que considera fundamental la firma de contratos de corto plazo y, de modo paralelo, incrementar las tareas de exploración para sumar reservas.
Justamente, la quinta adenda suscrita entre YPFB e Ieasa tiene una vigencia de solamente un año, es decir, sólo por 2021.
Según Padilla, Yacimientos debe sincerar sus cifras y emitir una información real respecto a las reservas. Menciona que, en 2020, cuando él fungía como gerente de desarrollo estratégico y proyectos de ENDE Corporación, no se concretaron mayores avances en la exportación de energía eléctrica a
Argentina y Brasil porque YPFB no logró garantizar el suministro de 0,5 MMm3d para la generación destinada a Argentina ni 2,4 MMm3d para la generación destinada a Brasil.
Por su parte, el analista y exministro de Hidrocarburos Álvaro Ríos coincide en que Bolivia no tiene las condiciones de mantener envíos de 18 MMm3d en periodo de invierno, por lo que lo óptimo hubiera sido fijar un volumen de 7 a 8 MMm3d en verano y 10 a 11 MMm3d en invierno.
Explica que esa negociación hubiera dejado margen a YPFB para negociar nuevos mercados en Brasil. Sin embargo, sostiene que el peor escenario en la negociación de la quinta adenda hubiera sido que ambas empresas estatales hubieran decidido ir a un arbitraje al no encontrar consenso.
Fijación de precio
El presidente de YPFB, Wilson Zelaya, a través de un boletín oficial, informó que la quinta adenda firmada el jueves con Ieasa responde a la disponibilidad de gas en Bolivia y al comportamiento de los precios internacionales de este combustible.
“Se tomó como precio base para los volúmenes registrados en la 5ta adenda, al precio inicial acordado en su momento el año 2006 en el contrato original y que está basado en el comportamiento de diferentes tipos de Fuel Oil asociados a indicadores internacionales del WTI”, explicó Zelaya.
Mencionó, además, que el precio está asociado al Henry Hub (indicador de gas natural con alto impacto en el mercado norteamericano) más un premio, cuando los volúmenes están por encima de la Cantidad Base Diaria Anual (CBDA) con la finalidad de asegurar ingresos que no estén solamente asociados al precio del petróleo.
Zelaya explicó que esta situación asegura que los precios de gas a ser comercializado responden al nivel de competitividad que requiere el gas natural boliviano en los mercados de exportación.
EN JUNIO FIJARÁN LA SEXTA ADENDA POR CUATRO AÑOS
REDACCIÓN CENTRAL
La vigencia de la quinta adenda al contrato de compra-venta de gas entre Bolivia y Argentina finalizará el 31 de diciembre de 2021, de modo que hasta el mes de junio se tiene previsto definir la sexta adenda.
“Las partes se comprometieron a acordar antes del 30 de junio una sexta adenda, que estará vigente desde el 1 de enero de 2022 hasta el 31 de diciembre de 2026, fecha en que vence el contrato original, por lo que la Argentina podrá acordar un nuevo modelo comercial con Bolivia”, informó la agencia oficial argentina Télam.
Y es que el vecino país deberá analizar la importación de mayores volúmenes de GNL ante la reducción de volúmenes provenientes de Bolivia. La desventaja para Argentina es que el precio del GNL es superior al gas boliviano.
Los volúmenes acordados en la quinta adenda están en función de la temporalidad. Según Télam, Bolivia enviará 11 MMm3d entre los meses de enero y abril. Subirá a 14 MMm3d entre mayo y agosto, los meses más fríos, y pasará a 13 MMm3d en septiembre. Posteriormente, en el último trimestre de 2021, bajará a 10 MMm3d.
Según datos del Ministerio de Hidrocarburos y Energías de Bolivia, la producción de gas en Bolivia en octubre de 2020 fue de 48 MMm3d. En enero había registrado al menos 52 MMm3d, pero en abril, con los impactos de la pandemia del coronavirus, bajó a 28 MMm3d.