Inflación de 0,67% refleja retroceso económico y obstruye la reactivación
La baja inflación en Bolivia en 2020, expresada en la variación acumulada del 0,67 por ciento del Índice de Precios al Consumidor (IPC), refleja la contracción que atraviesa actualmente la economía, así como un obstáculo a la reactivación que busca el país ante los efectos de la pandemia del coronavirus.
Según un reporte del Instituto Nacional de Estadísticas (INE), la variación acumulada positiva del IPC se debe al aumento de precios de productos relacionados con salud, educación, recreación y cultura, comunicaciones, transporte, alimentos y bebidas consumidos fuera del hogar, entre otros.
Los productos y servicios con mayor incremento fueron la zanahoria, transporte en minibús, celular, queso y servicio de dentista; los que bajaron de precio fueron la papa, pollo, plátano, tomate, detergente en polvo y cebolla.
Según el economista Pablo Cuba, la reducida inflación expresada en el IPC muestra el efecto de la recesión económica en el país, lo cual amerita un análisis detallado porque cuando la inflación es muy baja no permite una suficiente reactivación económica.
Cuba explica que hay muchos factores, como el rebrote de la pandemia, que influyen en un menor gasto de los consumidores y una reducción de la demanda, lo cual genera una menor tasa de inflación.
Menciona también que, mientras no se solucione el problema de la pandemia, se mantendrá la tendencia de depresión del IPC y la reactivación económica puede ser más lenta.
“El consumidor está tratando de ahorrar todo lo que más puede, trata de no gastar a manos llenas, y eso es parte de una depresión general que está existiendo en la economía por el temor a que se presente cualquier otro tipo de situación adversa que podría no permitir la reactivación”, añade Cuba.
Por su parte, el economista Luis Fernando García señala que el incremento acumulado del 0,67 por ciento del IPC es el promedio de la variación de los precios de varios productos, entre los cuales hay subidas y bajadas.
Sin embargo, coincide con Cuba al afirmar que cuando la inflación es muy baja se convierte en una señal de alarma, puesto que está mostrando una gran recesión y contracción económica, además de un descenso brutal en la presión a los precios provocada por el menor gasto de los consumidores.
García explica que una tasa de inflación normal en un país de tercer mundo debe estar entre 2 y 3 por ciento.
Por otro lado, menciona que no es posible estimar una tasa de inflación reducida en la gestión 2021, ya que esto dependerá de la pandemia y de los efectos psicológicos en las decisiones de compra de las personas.
Productos del área salud subieron más
Según datos del INE, los productos con mayor aumento de precios entre enero y diciembre de 2020 corresponden a la división salud, que subió en 7,44 por ciento.
En opinión del economista Luis Fernando García, el aumento de precios de mencionados productos tiene que ver directamente con la pandemia del Covid-19. Explica que esta tendencia al alza puede continuar en 2021 y continuar el proceso de inestabilidad económica.
Señala que todo dependerá del comportamiento del virus, incluso de la llegada de la nueva cepa.